Noel Gallagher´s High Flying Birds, ‘Chasing Yesterday’

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Tras la separación de Oasis en 2009 todo apuntaba a una mayor fiabilidad del hermano mayor de los Gallagher a la hora de emprender un nuevo rumbo profesional. Liam se sirvió de varios músicos de su extinta banda para formar los recientemente disueltos Beady Eye mientras que Noel decidía iniciar en 2011 una carrera en solitario junto a una variable banda de acompañamiento denominada High Flying Birds. Y los augurios parecieron no equivocarse cuando, en su primer disco homónimo, Noel Gallagher incluía algunos temas como hacía años no había escrito. Con las inevitables reminiscencias del sonido que les aupó a la cima del rock británico a principios de los noventa, y que básicamente fue construido por el propio Noel, su nuevo proyecto se iniciaba con buen pie en la misma dirección pero por un camino más estrecho y menos ruidoso.

En esa misma dirección continúa este Chasing Yesterday en el que predomina el pop-rock diáfano, no exento de la potencia y energía característica de las producciones de Noel Gallagher aunque con una mesura que no existía en los últimos trabajos de Oasis. Así ocurre con la primera canción Riverman abierta en acústico para ir ganando cuerpo conforme avanza. Unos coros al más puro estilo Blur dan pie a In The Heat Of The Moment que continúa guiada por un profundo groove. The Girl With x-Ray Eyes hace una bonita revisión del Bowie setentero antes de que el rock reaparezca en Lock All The Doors cargado de potencia constante al más puro estilo Oasis. Con la balada The Dying Of The Light regresa la calma antes del inicio jazzy de la casi ambiental The Right Stuff. Destaca la potencia de las bases rítmicas a lo largo de While The Song Remains The Same al contrario que The Mexican, caracterizado por un riff limpio a modo de blues. Vuelve el puro ritmo brit en la pegadiza You Know We Can´t Go Back y cierra el disco Ballad Of The Mighty en colaboración con Johnny Marr.

Incapaz de hacer canciones pequeñas aunque sabedor de que pasó el tiempo de los himnos y las canciones desmesurados, Gallagher parece haber encontrado un espacio en el que se siente cómodo componiendo con menos presión y los desvaríos justos. Quizás este disco no contenga hits tan evidentes como el anterior pero el conjunto tampoco desmerece y vuelve a poner de manifiesto el talento para las melodías del músico de Manchester cuya inspiración sigue siendo capaz de añadir grandes piezas a su repertorio.

 

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