El blog de Fernando Navarro, «La Ruta Norteamericana» en El País, suele hacernos muy buenos descubrimientos de grupos que siguen los parámetros de los sonidos más típicos de esas latitudes. Aquí, siempre estamos en deuda con Fernando Navarro. Hace unas semanas recomendaba una nueva y joven banda llamada Promised Land Sound, muy desconocida, que había publicado su primer disco hace unos meses, titulado «Map of Nashville, Tennesse». Como bien dice el propio Navarro, toda una declaración de principios ya que Nashville es una de las grandes cunas de la música de raíces norteamericanas, desde los tiempos del country clásico hasta la actualidad, donde grandes luminarias, con Jack White a la cabeza, se han establecido allí. Promised Land Sound rinden tributo a los sonidos norteamericanos desde su preciosa portada del disco con el mapa de Nashville e incluso desde su propio nombre, y su interior no desentona.
Con unas canciones de fuerte base rock y folk, crean un sonido con muchas reminiscencias pero que también tienen su propia personalidad. En algunos casos, salvando las distancias, puede recordarnos incluso a la Creedence Clearwater Revival. El peso de las guitarras, omnipresente ese ritmo que funciona como marca de la casa, de las voces, y la aparición de elementos tan definidores como el pedal steel, el slide guitar o el órgano Hammond, te van llevando por un disco muy dinámico, que en algún momento puede pecar de reiterativo.
«The Storm» y la muy estimulable «Empty Vase» marcan en el inicio de disco lo que vamos a ir encontrándonos, rock americano con el folk y otros sonidos de fondo. En «Make It Through The Fall» y «Weed and Wine», donde destacan las voces, tiran por el lado más melódico, al igual que en «Understand». «For His Soul» tiene un punto más clásico y «Wandering Habits» es de las canciones más poderosas del disco. Bajan el pistón con «Money Man» y «River No More» para despedirse con su mejor tema, «Fadin’ Fast», una muestra de lo que pueden conseguir.
Promised Sound Land, una banda a seguir dentro de la gran cantidad de propuestas que llegan desde Estados Unidos, interesantes grupos y artistas que en nuestro país quedan ya no en un segundo plano, sino en un quinto. Con gente como Promised Sound Land podemos estar seguros de que la cantera sigue.