Seguimos con nuestros recopilatorios y le toca el turno a Tears for Fears y el disco en el que resumían su carrera de 2017, Rule the World: The Greatest Hits. Tears for Fears, el dúo formado por Roland Orzabal y Curt Smith, fueron una de esas bandas que tuvieron su éxito en la década de los ochenta y su sonido es muy reconocible. De esta forma, cada vez que comienza a sonar «Everybody Wants to Rule the World» como que te trasladas. Bueno, en mi caso también a los créditos de inicio de la película Los amigos de Peter (1992) que la utilizan como sintonía. Tears for Fears tienen muchas más canciones pero quedaron marcados por esa canción, un éxito tremendo que era muy difícil de igualar. Tampoco es que su discografía sea muy extensa, en la década de los ochenta publicaron tres discos, cuando otros coetáneos iban casi a uno por año, y, desde entonces, tres trabajos más, dos de ellos sin Smith. Esos tres discos de los ochenta tuvieron ventas millonarias: The Hurting (1983), Songs from the Big Chair (1985) y The Seeds of Love (1989). La evolución del dúo fue muy clara, del sonido basado en un Pop que bebía de sonidos más electrónicos a una progresión más ambiciosa y orquestal que representa The Seeds of Love. Como a otras formaciones, la llegada de los noventa les dejó arrinconado. Sin Smith, Orzabal publicaría Elemental (1993) y Raoul and the Kings of Spain (1995), que fueron pasando cada vez más desapercibidos. Desde el retorno de Smith, sólo han publicado un disco de estudio que es Everybody Loves a Happy Ending (2004), también con poca visibilidad. Sin embargo, no han parado de girar y hace poco «Everybody Wants to Rule the World» fue incluida en el disco de versiones que sacaron Weezer. El recopilatorio que nos ocupa no profundiza en la banda, dieciséis canciones que se reparten entre sus discos más exitosos, con presencia testimonial, una canción, de los otros tres, y dos novedades, una muy destacada.
No cabía duda que el comienzo era para «Everybody Wants to Rule the World», canción de su segundo disco que tiene un punto melancólico tremendo, un sonido épico y que parece que querían emular a unos Prefab Sprout más expansivos, aunque esta canción, con la voz de Smith como protagonista y con esa melodía del comienzo, adquiere su propia dimensión. Del mismo disco llega otro de sus grandes éxitos, «Shout», aquí con un tono más oscuro y electrónico, incluso pueden recordar a Depeche Mode, que está más vinculada a su primer trabajo. «I Love You But I’m Lost» es una de las dos novedades del disco y es una canción fantástica, Pop bailable y adictivo con Smith cantando en falsete. «Mad World» es de su primer disco, y aquí el peso de los sintetizadores es mucho mayor. Con «Sowing the Seeds of Love» se embarcaron en el ya mencionado Pop orquestal y les quedó una canción sobresaliente y barroca de más de seis minutos. De ese mismo disco es mi canción favorita de Tears for Fears, «Advice for the Young at Heart», una delicia Pop de nuevo con Smith. «Head Over Heels» retorna a su segundo disco y juega de nuevo a la épica. «Woman in Chains» es una balada Soul del The Seeds of Love que hicieron con Oleta Adams, y tiene un tono Soul, siendo también una de las canciones más relevantes del dúo.
La segunda parte del recopilatorio se descompensa, aunque comienzan con una poderosa «Change» de su debut que es enorme. «Stay» es la segunda novedad del disco y es más ambiental e introspectiva y queda muy empequeñecida por todo lo anterior. «Pale Shelter» retorna a su debut y tiene ese sonido de nuevo electrónico y muy a lo Depeche Mode. Y en la misma línea se inserta «Mothers Talk», de su segundo trabajo. «Break It Down Again» es ya de Elemental, con Orzaban solo, más épica y con una producción fallida. En cuanto a «I Believe», de Songs from the Big Chair, se apunta al Pop clásico con tonos jazzísticos y aquí el que tira de falsete es Orzabal. «Raoul and the Kings of Spain» es de 1995 y suena bien, la recuerdo incluso de aquel año, con un sonido épico y con un Hammond destacado. Y, para finalizar, nos sorprenden con «Closest Thing to Heaven» de su último disco en solitario que nos muestra lo que nos podemos perder, porque es una canción Pop orquestal logradísima.
Como decíamos al comienzo, Tears for Fears para la mayoría estarán circunscritos a esa década de los ochenta y a ese «Everybody Wants to Rule the World». Tuvieron éxito en esa década, grandes canciones, pero no han logrado el reconocimiento de otras bandas coetáneas. Obviamente, no son Depeche Mode, Prefab Sprout, etc., pero encontraron su hueco.