Tenemos un año tremendo en cuanto a novedades discográficas se refiere. Y eso que, en ese sentido, la cosa sólo ha comenzado. Septiembre y octubre vienen cargados con The National, Foo Fighters, Van Morrison, Josh Ritter o el disco conjunto entre Courtney Barnett y Kurt Vile, y eso únicamente por mencionar primeras líneas o trabajos esperadísimos porque la lista es inmensa. Pero, lo que llevábamos de año en grandes discos esperados estaba siendo un tanto irregular. Yo no acabo de ver el punto al Pure Comedy del talentoso Father John Misty, un tipo al que admiro pero cuyo tercer disco se me ‘atragantado’ un poco, pero debe ser cosa mía, insisto. Sí que me convenció mucho el DAMN. de Kendrick Lamar. Luego llegó el debatido y defenestrado por muchos sitios Everything Now de Arcade Fire. Vale, a los canadienses les estaban esperando y su quinto trabajo es sin duda alguna el más flojo de su discografía pero tampoco es el desastre que han escrito en muchos sitios. Y a mí me gusta Villains de Queens of the Stone Age, demostrando como ha escrito Javier Castro en este blog que Josh Homme es uno de los grandes. Pero la gran apuesta venía de la mano de The War On Drugs, cuyo esperadísimo cuarto disco tenía por delante la comparación con la obra maestra de Lost in the Dream (2014), trabajo que nos dejó un poso impresionante. Adam Granduciel tenía toda presión encima para enfrentarse a su nuevo disco tras haber fichado por una major.
Granduciel fue lanzando buena parte de su disco A Deeper Understanding y lo que escuchábamos nos convencía, teniendo en cuenta que son temas que necesitan su tiempo. Pero llegó el golpe en la mesa con ‘Holding On’ y entonces percibes que sí, que Granduciel y sus The War On Drugs no iban a defraudar. Conservador en cierto sentido, ha ido a asegurar, y la jugada ha salido bien. Las comparaciones son odiosas, pero A Deeper Understanding es un trabajo reflexivo, intimista y ambiental, hipnótico si se quiere, y que se anuncia desde esa portada en penumbra con Granduciel girando la cabeza. Sonidos de los ochenta, la larga sombra de Dylan pero también de Springsteen muy presentes, guitarras expansiva, melancolía por los poros y la seguridad de que estará muy arriba en las listas de lo mejor del año. Y también esa sensación de cara B del ‘sueño americano’ aunque son las canciones de The War On Drugs uno de los asideros a los que agarrarse cuando las cosas no pintan bien. Granduciel crea un disco que pasa por el Soft Rock y el Pop Rock de los ochenta pero con el barniz de los años transcurridos.
Comienza muy bien el disco con la soberbia ‘Up All Night’, sonido ambiental, teclados ochenteros, el sonido de la batería, melodía brillante, sonido épico con el riff de la guitarra, te engancha a la primera. ‘Pain’ se basa en la melancolía, gana con las escuchas, destacando las guitarras, especialmente las expansivas del final, y un sonido a lo lejos de Springsteen. Y ‘Holding On’ se convierte en la canción del disco, y candidata a del año, con ese comienzo basado de nuevo en los teclados, ese ambiente que construye, ese ‘in crescendo’ y esa explosión final. Confieso que la primera vez que la escuché, cuando la sacó, se me saltaron unas cuantas lágrimas, y es que es un tema triste pero con una cierta alegría en su trasfondo. En ‘Strangest Thing’ cambia el tempo, es un tema más pausado, triste, depresivo, te deja tocado, e incluso encontramos la huella de Dire Straits, banda con la que se les ha comparado tradicionalmente, destacando de nuevo la capacidad de Granduciel para esos finales con épica guitarrera. En ‘Knocked Down’ se mantiene en el esquema, el comienzo es más minimalista aunque va subiendo y en la conclusión del tema destaca el piano.
La segunda parte se inicia con The War On Drugs viniéndose arriba, ‘Nothing to Find’ es más animada marcada por el ritmo de la batería, tiene un punto narrativo e incorpora la armónica. En ‘Thinking of a Place’ parece que nos vamos a dejar caer en la monotonía pero no es menos cierto que Granduciel crea unas texturas riquísimas, un sonido impecable para un medio tiempo marca de la casa que se va por encima de los once minutos. En ‘In Chains’ se hace más explícito el saxofón, otro tema destacado que también va ganando en intensidad a medida que va avanzando. Y en ‘Clean Living’ hay un punto de Bryan Adams de los ochenta, con ese comienzo más minimalista pero en la voz se aprecia una cierta conexión con el canadiense. El cierre es para una de las canciones menos destacadas, ‘You Don’t Have to Go’, comienzo lento y protagonizado por el piano para intentar ir hacia direcciones más épicas aunque no llega a ellas, vuelve a quedarse en lo atmosférico y ambiental.
A Deeper Understanding de The War On Drugs va a ser uno de los grandes discos de la temporada, un trabajo sobresaliente en el que Granduciel no se sale del guión pero te atrapa igualmente. Seguramente que le caerán críticas por sonar en ciertos momentos un tanto monótono o afectado incluso, pero sus composiciones son brillantes. Y ojo al maravilloso vídeo de ‘Holding On’, preparen los pañuelos.