Blitzen Trapper, «Wild and Reckless»

El ritmo frenético que llevamos de lanzamientos nos impide poder dedicar en su momento la atención precisa a parte de los mismos, y se nos van quedando por el camino pero llegamos. Es lo que ocurrió hace unas semanas con The Lone Bellow y ahora nos ha ocurrido con Blitzen Trapper. Muy lejos de los focos, los de Portland son una de las formaciones más asentadas del denominado «Americana» (sí, una vez más recurrimos a la etiqueta/tópico) y llevan una carrera que alcanza su novena entrega con este Wild and Reckless que publicaron a finales de 2017. Ya hace un par de años nos hicimos eco de su muy recomendable All Across This Land (2015), que con justicia eligió Fernando Navarro desde El País como mejor disco de ese año. En esta ocasión, Eric Earley, su vocalista y compositor, ha cambiado el tono del disco, si en All Across This Land se abonaba más a la épica de los espacios abiertos tan propios de América del Norte, en esta ocasión se vuelven más intimistas, con sonidos más cercanos al Country y al Folk, aunque tampoco se quedan atrás las reminiscencias al Rock y ecos de Tom Petty & The Heartbreakers también se atisban, aunque la atmósfera del disco es más bien intimista.

El comienzo es para «Rebel», un tema de corte clásico del Country Rock con un tono melancólico, con guitarras y coros destacados. En «Wild and Reckless» no se aparta al comienzo de esa dinámica, la voz de Earley destaca, así como ese piano protagonista, pero luego se anima y se acelera y es donde aparece la huella de Petty. «Forever Pt. 1» es un interludio ululante que da paso a «Joanna», canción muy del Dylan más Folk, muy desnuda y fiada a la voz de Earley y su interpretación. «No Man’s Land» es más orgánica y contundente, las melodías están muy bien construidas y es otro de los temas más destacados de todo el disco. En «Stolen Hearts» por su parte retoman el tono melancólico con unos coros que le dan una gran personalidad a la canción y destacando de nuevo las guitarras.

La segunda parte comienza con la animadísima, y más convencional, «Dance With Me», con esas guitarras prototípicas pero que quedan muy bien. Más compleja, e incluso con un cierto tono barroco y ecléctico al comienzo, se presenta «Love Live On» aunque luego deriva hacia sonidos más accesibles dentro del «Americana». De nuevo se da un cambio de registro con «When I’m Dying», más rockera y con el contrapunto del órgano, incluso con un leve toque Funk en el bajo. «Baby Won’t You Turn Me On» es una de las canciones que mejor reflejan el sentido del disco, melancolía a raudales, tema precioso basado en las coordenadas más del Country. «Forever Pt. 2» tiene un punto más ambiental y experimental, también es un tema más ambicioso, destacando una vez más los coros. Y el cierre es para la épica de «Wind Don’t Always Blow», una canción que también está entre las mejores de todo el disco, muy monumental y de las más cercanas al disco anterior.

Blitzen Trapper no decepcionan, al contrario, entregan otro buen disco que va ganando con las escuchas. Un disco con personalidad propia en el que también se ven las influencias y ecos de los grandes de la música norteamericana, pero con unos Blitzen Trapper que lo saben llevar a su terreno.

 

 

Nikki Lane, ‘Highway Queen’

Una de las sensaciones de todo el sonido del Country Rock, y por extensión del ‘Americana’, en lo que llevamos de año ha sido el tercer disco de Nikki Lane. Highway Queen es un trabajo poderoso grabado entre Texas y Nashville y en el mismo, Lane juega desde la ortodoxia del género pero con suficientes puntos de modernidad en los que se abre hacia otras direcciones. Con una voz de gran personalidad, el recuerdo a Lucinda Williams, Wanda Jackson, etc., y la presencia de guitarras poderosas, nos encontramos con un disco que entra ya en las primeras escuchas y que cuenta con una serie de temas de gran altura, uniéndose a la lista de nombres que están revitalizando el género como Chris Stapleton o Sturgill Simpson, de los que ya hemos hablado en Los Restos del Concierto y lo seguiremos haciendo. Lane ya está entre ellos y ha ido conquistando también al público con sus directos.

El comienzo del disco es espectacular, ‘700.000 Rednecks’ es un tema en el que aúna Country y Rock, tremendas las guitarras, y su voz destaca por encima de todo. Pero su mejor canción llega a continuación, ‘Higway Queen’, llamada a perdurar, Country moderno con su voz con un punto roto, ese fraseo del comienzo, y de nuevo las guitarras como un elemento central. ‘Lay You Down’ es una canción también destacada, más del ‘Americana’ con un tono crepuscular y épico y un bajo que apuntala la canción. Más ortodoxa es la más clásica ‘Jackpot’, ese ‘pedal steel’ preeminente, y con temática sobre Las Vegas. Y ‘Companion’ es una pieza clásica, una canción bonita donde de nuevo es su voz la que destaca sobre el conjunto.

Con ‘Big Mouth’ no te deja descansar, otra canción muy destacada en la que vuelve a jugar con la mezcla del Country y tonos más rockeros, a lo que añade un contrapunto con el piano. Y ‘Foolish Heart’ es una balada maravillosa, un momento de calma, en el que dota a su voz de mayor suavidad. En ‘Send the Sun’ regresa a la cadencia del Country más clásico y ‘Muddy Waters’ es un medio tiempo que no acaba de funcionar. El cierre es para ‘Forever Lasts Forever’, de nuevo el ‘pedal steel’ toma protagonismo convirtiéndose en un final más Country si se quiere, siendo una canción que va creciendo en intensidad.

Gran descubrimiento este tercer trabajo de Nikki Lane que nos ha ganado desde las primeras escuchas, una voz fantástica y unas canciones muy destacadas que pone a Lane en la lista de artistas a seguir.