PEOPLE es una comunidad principalmente de músicos, surgida durante el festival de Michelberger (Berlín) en 2016, en la que una multitud de ellos colaboran y comparten sus creaciones libremente. Entre sus miembros hay gente del nivel de Sufjan Stevens, Thomas Bartlett, Will Oldham o miembros de The National o Arcade Fire y entre sus primeros y más ambiciosos frutos está este proyecto bautizado como Big Red Machine y capitaneado por Justin Vernon y Aaron Dessner, lo cual en principio suponía una garantía y en conclusión ha supuesto toda una satisfacción.
Y es que a los rasgos inevitables de la obra más popular de estos dos músicos, cuyos proyectos principales (Bon Iver y The National) lideran la actual escena independiente norteamericana, hay que añadir una elevada cuota de instinto innovador que han sabido resolver con éxito y consistencia. Virados a la electrónica pero con elementos de lo más variado que van del folk a la música negra e incluso étnica, no renuncian a los instrumentos clásicos (guitarras, pianos…) y los consiguen integrar perfectamente en el conjunto. También merece una atención especial el protagonismo vocal de Vernon cuya voz, en ocasiones tratada y en otras desnuda, contribuye enormemente a realzar sobre todo los pasajes más emocionantes.
Desde el principio predomina la rítmica electrónica, aunque cálida y sutil como es el caso de Deep Green o la enorme Gratitude, con una textura más orgánica y una atmósfera casi tribal. I Won´t Run From It y Melt insisten en esa atmósfera, más folk la primera y desgarrada y catártica la segunda. La energía rítmica y las voces de Lyla la aproxima a los cánones del R&B y el Hip Hop, al igual que Air Stryp o Forest Green, más negra y cálida esta última, sin duda bella. Al piano suenan las también bellísimas y magníficamente cantadas Hymnostic y People Lullaby. Me dejaba OMDB, sostenida por la voz manipulada de Vernon y unas percusiones metálicas y profundas.
Un gran trabajo alejado de las órbitas habituales de sus componentes principales que propone con acierto nuevas estructuras y variadas combinaciones y sabe mantener el equilibrio entre la melodía y la experimentación. Una alegría esta asociación de la que han sabido extraer un sonido siempre particular y por momentos muy grande.