Finales de la década de los noventa del siglo XX, uno de los momentos más intrascendentes de la música popular y que va a dar lugar al cambio de paradigma en el siglo XXI. Si el comienzo de los noventa nos trajo el Grunge, el auge de lo alternativo, y todo lo que conlleva, la evolución de la década pasaría por el Brit Pop, el Punk comercial y una tímida aparición de los sonidos de raíces norteamericanas. Al final de la década, el Rock & Roll ya estaba de retirada. De la generación de los noventa, sólo Pearl Jam se mantenía en primera línea, y con toda su pelea por la honestidad y la autenticidad en la que se dejaron varios pelos en la gatera. Que el Nu Metal liderase las listas con gente como Limp Bizkit, Linkin Park o Sum 41 daba un poco la idea de las tendencias. En fin, que estaba complicado. Pero a comienzos de 1999 también regresarían unos veteranos de la escena, ajenos a todas las modas y tendencias: The Black Crowes. La banda de los hermanos Robinson, Chris y Rich, llegaba con un quinto disco bajo el brazo y era muy diferente a los dos anteriores. Repasemos, The Black Crowes emergieron a comienzos de los noventa con dos discos brutales, Shake Your Money Maker (1990) y, especialmente, The Southern Harmony and Musical Companion (1992). No nos detendremos en ellos, para mí el segundo es uno de mis discos favoritos de la Historia. The Black Crowes irrumpieron en la «nación alternativa» recuperando el Rock Sureño con reminiscencias Blues y Soul. Los de Georgia tenían encima una tarea complicada, un tercer disco que colmase las expectativas, y Amorica (1994) no lo consiguió. Tendremos tiempo de detenernos en otro momento en esta obra, pero en 1996 llegó Three Snakes and One Charm, todavía más compleja y con menos hits potenciales, derivándose hacia sonidos más psicodélicos pero con preeminencia de ecos del Blues. Por eso, en 1999 sorprendieron con un disco como By Your Side, que contaba con novedades desde la luminosa portada, la producción de todo un Rick Rubin (curiosamente, habían pasado de la discográfica de Rubin, American, a Columbia), y la apuesta por sonidos más directos. ¿Una vuelta a los orígenes?, en mi opinión sí. ¿El resultado?, un disco que no está entre los favoritos de muchos fans, un disco que es como un descanso para seguir otros caminos, pero un disco que a mí me gusta mucho. Puede que la producción no sea la acertada pero hay grandes canciones que se disfrutan.
The Black Crowes habían cambiado su formación. Steve Gorman seguía a la batería y Eddie Harsch a los teclados, fichado desde The Southern Harmony. Sven Pipien había sustituido a Johnny Colt al bajo y Audley Freed a Marc Ford, aunque este regresaría en un breve periodo de 2005 a 2006. Sin embargo, Freed no participaría en el disco aunque sí que aparecía en algunos vídeos y en los directos, obviamente. Por lo tanto, The Black Crowes volvían a apostar por acercarse más a The Rolling Stones que a Led Zeppelin, por ejemplo, aunque regresarían años más tarde a los segundos de la mano de Jimmy Page recreando el cancionero de Led Zeppelin un año después en Live at the Greek. Pero hay que regresar a este By Your Side en el que, como decíamos, encontramos a unos Black Crowes más dinámicos y acelerados en comparación con sus dos trabajos anteriores.
El comienzo es apabullante, con un «Go Faster» en el que Chris Robinson se desgañita, tira de armónica y las guitarras se imponen. Si te habías quedado sin aliento, «Kickin’ My Heart Around» te pide todavía más, potencia y contundencia, las guitarras crecen y era difícil y el coro femenino le da un toque Soul. Y «By Your Side» completa un gran comienzo, la sección rítmica de Gorman y Pipien y el Hammond de Harsch hacen el resto. «HorseHead» quiere tener un punto más experimental, casi nos lleva al Amorica, es más oscura y se acerca al Blues, con una especial presencia de los coros. «Only a Fool» es una canción que asciende, con esa cadencia de Gorman a la batería, el solo de guitarra de Rich Robinson y de nuevo los coros junto con una sección de viento para apostar de nuevo por los ecos del Soul surelo. «Heavy» rebaja el tono para ser un tema más Blues en el que las guitarras se imponen.
La segunda parte comienza con la expansiva «Welcome to the Godtimes», una canción que será de las que vayan ganando con las escuchas, con Chris Robinson cantando con un gran sentimiento, con los vientos a todo trapo y con un coro que tira hacia el Góspel. Con «Go Tell the Congregation» aceleran de nuevo, poderosísima canción que no te deja indiferente. «Diamond Ring» por su parte es un medio tiempo que va hacia el Blues, esa guitarra doliente, aunque también incorporan coros Soul que tanto destacan en su música. «Then She Said My Name» no es una canción tan conseguida, va dando varios giros, aunque no acaba de llegar al nivel de otras canciones del disco. Y el cierre es para la expansiva «Virtue and Vice», que cuenta con unas guitarras todavía más pesadas.
By Your Side es un disco que siempre he disfrutado, me encantan sus canciones pero da la impresión que fue una última apuesta de The Black Crowes por llegar a un público más mayoritario. Luego, además del trabajo en directo con Page ya comentado, su trayectoria se convertiría en más irregular y difusa. Cambios de formación, rupturas, regresos y un final definitivo hasta la fecha en 2015 (recordemos que estuvieron en Azkena en 2009 y 2013), para un periodo en el que sólo publicaron tres discos de estudio. El siguiente, Lions (2001), fue peor recibido por la crítica aunque contaba con «Soul Singing», aunque ya lo sacaron con la discográfica independiente V2. Discos en directo, de rarezas, recuperaciones de otros materiales como The Lost Crowes (2006), fueron alimentando su mito junto con sus directos. Una lástima que The Black Crowes no hayan seguido, siempre nos quedará su extensa discografía.