Neuman acaba de publicar su cuarto largo, sucesor del reconocido If (2014), bajo el título de Crashpad. Igual ha pasado un poco desapercibido, sepultado como el resto por la marea de novedades (aquí ya no nos da), pero era un trabajo que despertaba muchas expectativas. Convertidos en trío, la formación encabezada por Paco Román, y completada por José Moreno a la batería y Dani Molina a los teclados, nos ofrece un trabajo que transita entre la melancolía y la luminosidad del Power Pop, aunque predomina la primera dejando de lado estribillos más accesibles o coreables. Román vuelve a componer canciones de melodías herederas de las horas de escuchas de bandas como Teenage Fanclub, Posies, Big Star o Dinosaur Jr., entre otras. Román vuelve a realizar una buena producción, las guitarras suenan poderosas, y el disco se sitúa en el notable fácilmente. Es un trabajo que suena cálido y cercano, vinculado seguramente al título del mismo, guarida en castellano.
Comienza con ‘Stones’, canción melancólica y con una melodía que funciona muy bien. En ‘Gibberish’ no se sale de ese guión, aunque sí que es cierto que le da más luminosidad a las guitarras e incorpora la trompeta lo que le da un toque diferente al tema. Uno de los mejores momentos del disco es la extensa, en torno a los doce minutos, ‘Deleted Files’, en el que las guitarras son preeminentes a la vez que va creciendo en intensidad y un final un tanto ruidista en la línea de Dinosaur Jr., constituyendo una canción imbatible. ‘Crashpad’ es un interludio delicado y acústico que da paso a ‘All that matters’, un gran tema de Power Pop, donde de nuevo destaca la producción de Paco Román, siendo uno de los más accesibles de los diez que componen este trabajo.
En ‘Dizzy’ da un giro en el tono del disco, la melodía y las guitarras son más luminosas, quitando parte de la trascendencia del comienzo, siendo un tema que se va casi a los ocho minutos. Mantiene la misma línea en la también brillante ‘Marsha’, otro tema muy del Power Pop, con ese sonido de las guitarras tan característico. Y en ‘Boystar’ completa este trío de canciones con melodías más potentes, una canción que bebe de los sonidos de Teenage Fanclub. En ‘Quiet’ cambia de registro, canta en español también, siendo un tema muy desnudo con el piano como protagonista a la par que emotivo. Y el cierre es para ‘End’, guitarras más pesadas y con cierto tono épico no presente en el resto del disco, que cuenta con la inevitable explosión final guitarrera.
Neuman no decepcionan, han realizado un trabajo en el que siguen con su evolución sin salirse tampoco de esa senda que les funciona tan bien. Seguramente que serán protagonistas de muchos festivales ‘indies’ en el próximo 2018.