En ocasiones hay artistas y bandas a las que no les prestas atención, bien porque la cantidad de novedades es tal que te abruma, bien porque no acaban de convencerte. Igual el caso de Janelle Monáe encaja más con la segunda opción, en mi caso, y eso que las críticas siempre habían sido excepcionales. Recuerdo especialmente su segundo disco, The Electric Lady (2013), cuando se le presentaba como renovadora del neo Soul y del R&B, en esa contemporaneidad que busca sonidos más modernos y que mezcla elementos del Hip Hop y electrónicos. Cuando salió publicado Dirty Computer volvieron las alabanzas sobre Monáe y de nuevo volvieron las dudas, aparecían colaboraciones de relumbrón como Brian Wilson, Stevie Wonder y el inevitable Pharrell Williams, junto a Grimes y Zoë Kravitz. Y aparecía también el nombre de Prince que ya había participado en su anterior trabajo. Al final, pasados unos meses, de decidí y tengo que reconocer que nos encontramos ante un trabajo fascinante, una Janelle Monáe que te convence desde la primera canción con esa mezcla de sonidos, con su privilegiada voz y su mensaje reivindicativo. Un trabajo que te engancha desde el primer momento, con una coherencia destacada.
Comienza con una breve introducción donde los coros los pone todo un Brian Wilson, es un inicio suave basado en el contraste entre una Monáe melosa y los coros de Wilson. A continuación llega «Crazy, Classic, Life», un tema de R&B moderno, con gran fuerza y con una producción muy acertada, rapeando Monáe al final. «Take a Byte» sigue ese camino y lo supera, es una canción muy adictiva. Tras un breve interludio, llega el turno para una canción brutal, «Screwed», en la que participa Zoë Kravitz, unas guitarras fantásticas y un toque Funk para un tema muy bailable. En «Django Jane» se decanta por el Hip Hop y acierta con un rapeo con fuerza y unas bases ajustadas. A «Pynk» le da un toque más electrónico junto a Grimes, juega a los contrastes y es un tema que va entrando con las escuchas.
La segunda parte la comienza con una de mis favoritas, «Make Me Feel», canción con toques Funk y Pop que podría haber firmado el propio Prince desde las primeras notas. En «I Got a Juice» cuenta con Pharrell Williams pero en un rol diferente al que suele ocupar, y de nuevo es una canción en la que mezcla el R&B con el Hip Hop. En «I Like That» se decanta por un medio tiempo de R&B más clasicista y que incluso cuenta con algunos toques Soul. Sigue por esa misma línea con «Don’t Judge Me», otro medio tiempo de R&B. Llega el turno de un nuevo interludio a cargo de Stevie Wonder que da un pequeño sermón para dar paso a «So Afraid», donde Monáe canta con fuerza en una canción más épica. Y el cierre es para otro momento destacado, «Americans», un tema que comienza con sonidos gospelianos y que luego deriva de nuevo a la influencia de Prince, con un tema muy guitarrero y con ese recuerdo del genio de Mineápolis.
Da rabia haber dejado pasar unos meses para disfrutar de este Dirty Computer pero puedo decir que ha sido una parte fundamental de mi banda sonora del pasado mes de agosto. Fascinante Janelle Monáe, una grandísima voz. Ah, y unos vídeos muy trabajados aunque aquí nos quedamos con un directo de «Americans».