Belle and Sebastian, «What to Look for in Summer»

Por primera vez en los casi diez años de vida de Los Restos del Concierto, asoma por aquí una banda a la que el calificativo de «indie» le viene como un traje a medida. Los escoceses Belle and Sebastian han publicado un doble disco en directo, What to Look for in Summer en que recogen veintitrés canciones de su amplia trayectoria de más de veinticinco años. Grabado en diferentes ciudades de su gira de 2019, además de en el crucero por el Mediterráneo en el que actuaron ese mismo verano, «The Boaty Weekender», el disco es una buena muestra de la trayectoria de los de Glasgow que lidera Stuart Murdoch. Belle and Sebastian siempre han aparecido con esa etiqueta que hemos señalado, pero también con esa influencia de un tono más artístico e intelectual que les emparenta con The Smiths, también en su sonido. Hay que destacar no solo sus melodías de ese Pop un tanto orquestal y ensimismado sino también el concepto en su conjunto, escenificado en esas portadas tan artísticas que eran marca de la casa en la segunda mitad de los noventa y la primera década del siglo XXI. El disco que nos ocupa es muy disfrutable, especialmente el segundo CD, y está muy diversificado en su amplia trayectoria de diez discos de estudio y numerosos EPs. El periodo más representado es la primera década y media de la banda con la mayor parte de los temas, a partir de 2010, incluido este año, presentan cinco canciones y la versión del comienzo. Tigermilk (1996), su reconocido disco de debut, suma cinco canciones, y Dear Catastrophe Waitress (2003), cuatro. Con tres canciones, hacen acto de presencia Fold Your Hands Child, You Walk Like a Peasant (2000) y Write About Love (2010). Alabados por la crítica desde sus comienzos, vamos con este doble en directo de Belle and Sebastian, septeto que mantiene su formación prácticamente intacta, exceptuando las salidas de los fundadores Stuart David en 2000 e Isobel Campbell en 2002, y que en este directo se salen.

Comienzan versionando en poco más de treinta segundos el Folk de «The Song of Clyde» para pasar a «Dirty Dream Number Two», canción Pop con el Hammond y la trompeta destacando. Luego llega el turno de «Step Into My Office, Baby», una canción que remite a The Beatles con un tono orquestal y juego de voces. Pop más barroco en «We Were Beautiful», una canción muy destacada y de las publicadas en el último tramo de su carrera, en 2017. Más indie Pop es «Seeeing Other People» en la que juegan con un tono más ambiental y atmosférico y que es la primera de su disco de debut en el directo. Luego llega «If She Wants Me» que va creciendo con las dos voces de Murdoch y Sarah Martin. Más experimental es «Beyond the Sunsirse», aunque no se baja del Pop, y crecen las guitarras en «Wrapped Up in Books», una de las más destacadas del primer CD. Pausada y crepuscular resulta «Little Lue, Ugly Jack, Prophet John», grabada en Pamplona, en la que destaca también la voz de Martin. «Nice Day for a Sulk» es un Pop barroco más convencional y «I Can See Your Future» la levanta con ese sonido más vital pero sin dejar de lado un cierto tono «lo fi». El cierre del primer disco es para «Funny Little Frog», única canción de su disco de 2006 The Life Pursuit, fantástica y muy animada, con un tono muy británico.

El comienzo del segundo CD se deja para tres canciones de Tigermilk y es brutal. Primer la preciosa y emocionante, minimalista y orquestal, «The Fox in the Snow». Luego, «If You’re Feeling Sinester» que es una barbaridad, una cadencia muy melancólica con un tono un tanto ingenuo y que se basa en un ritmo que va acelerando. Y, a continuación, «My Wandering Days Are Over», una canción Pop que nos remite a The Smiths y que cuenta con la trompeta como contrapunto. Pero «The Wrong Girl» no se queda atrás, canción de 2000 que muestra la evolución de la banda hacia tonos más complejos sin salirse de la senda marcada. «Stay Loose» baja un peldaño pero también es una gran canción con un toque de Pop psicodélico. Y llega «The Boy Done Wrong Again», de nuevo de 1996, nostálgica y melancólica, con un punto más Folk y esas cuerdas atmosféricas. «Poor Boy» se va a 2018 y es un temazo, Pop bailable que ya nos llamó la atención en su momento. Retornan a los noventa con otra canción sobresaliente, la fronteriza en el sentido norteamericano y épica, esa trompeta que podrían firmar Calexico, que resulta ser «Dog on Wheels». Van cerrando con uno de sus clásicos, «The Boy with an Arab Strap», se va más allá de los siete minutos para un «indie» Pop de manual celebradísimo por el público. Luego llega la combinación de las voces de Murdoch y Martin para el Pop naif que es «I Didn’t See it Coming». Y cierran con la homónima «Belle and Sebastian» de 2005, otro tema de Pop orquestal.

Un doble en directo de Belle and Sebastian que funciona como un recopilatorio aunque seguramente que se han dejado muchas canciones por el camino. Una banda que, para mí, siempre tendrá un tono sepia de la portada de algunos de sus discos. Una formación que tampoco encajaba en el BritPop dominante de la época y que siempre han tenido como un sello muy distintivo.

 

 

 

 

 

«Maniobras de escapismo» o el paso de Love of Lesbian al castellano

En Los Restos del Concierto siempre hemos sido muy de Love of Lesbian. Los catalanes irrumpieron en 2010 con el disco del año anterior 1999 (o cómo generar incendios de nieve con una lupa enfocando a la Luna). Era su primer trabajo para Music Bus y Warner y se convirtió en un acontecimiento inesperado. Nada que contar desde entonces de la trayectoria de Love of Lesbian que no hayamos ya dicho aquí, de sus discos nuevos a los numerosos conciertos a los que hemos acudido. Pero, Love of Lesbian no eran unos recién llegados, tenían una carrera que no había tenido mucha repercusión, aunque sí para parte de la crítica. Su primera etapa fue en inglés, tres trabajos que terminaron con Ungravity (2003) ya en Naïve. Precisamente, sería en este sello en el que Santi Balmes, Julián Saldarriaga, Jordi Roig, Oriol Bonet y Joan Ramón Planell se pasaron al castellano. Fue el primer paso que les llevaría en cuatro años a 1999, pero comenzó con el disco que nos ocupa, Maniobras de escapismo (2005), recuperado aquí en la edición doble que salió en 2010 cuando estaban creciendo a pasos acelerados y que incluía el disco de 2007 Cuentos chinos para niños del Japón. Fue el primer disco en el que estaba Saldarriaga y en la producción repetía Ricky Falkner, que no ha abandonado a la banda desde entonces, incluso sustituyó a Planell al bajo cuando este dejó la formación. Si ya estábamos imbuidos por 1999, estos dos discos supusieron otro espaldarazo a la apuesta por Love of Lesbian. Como hemos comentado en otras ocasiones, en estos dos primeros discos en castellano de Love of Lesbian aparecen ya sus señas de identidad claramente, letras intensas, sonidos Pop con mayores reminiscencias a The Cure y compañía, y una cierta ingenuidad y una mayor ironía que irán desapareciendo en los trabajos de la segunda década del siglo XXI. Estamos ante un disco fantástico, no tan conseguido como su sucesor, pero que se disfruta de principio a fin. Un disco que tiene grandes melodías y letras fantásticas.

Comienzan con el tono que daban al inicio de esos discos, una canción épica que crece y cuenta con un punto dramático. Aquí fue «Carta a todas tus catástrofes» que cuenta con una letra más críptica. Con «Maniobras de escapismo» aceleran y logran una de sus mejores canciones, un Pop más luminoso del que no escapa el tono melancólico, pero que aporta uno de sus estribillos más coreables. «Domingo astromántico» es un medio tiempo impresionante, precioso, intenso y en el que las cuerdas aportan un contrapunto que es determinante. Y siguen en lo más alto con «Mi personulidad» una canción que también crece y que es otra de las cimas del disco, otro tema con el que te podías identificar. Con «Houston, tenemos un poema» cambian de rumbo, letra irónica y divertida para una canción Pop excelente, otro estribillo para no dejar de cantar. Un nuevo quiebro es «Mi primera combustión», un tema acústico y muy intimista, canción de desamor con una letra de lo más explícito.

La segunda parte comienza con la increíble «Música de ascensores», también con el tono melancólico como seña de identidad, un Pop amable y muy emocionante, con acordeón incluido. Vuelven al humor y a un sonido de «Music Hall» con «Marlene, la vecina del ático», ese piano juguetón. «Los niños del mañana» es un tema corto y sencilla, con una instrumentación muy sutil, y con una letra que no deja indiferente, por cierto que la primera vez que la escuché, sin saber que era de ellos, fue en 2008 al final de la película Cobardes de Juan Cruz y José Corbacho. «Me llaman Octubre» regresa al tono melancólico pero con un punto más tabernario con el acordeón apareciendo de nuevo. «Limusinas» es un medio tiempo con una letra muy interesante, siendo la canción más relevante del tramo final, con un comienzo muy delicado con el piano para ir luego creciendo. Y la edición de 2010 incluye dos bonus tracks como son «Mon petit cabroin», canción en francés en la que aceleran, y «Love Song nº 79.899», una canción que es un Pop más oscuro y que recuerda a The Cure incluso en el modo de incorporar las cuerdas.

De primavera a otoño de 2010 fue una sucesión de escuchas de aquellos tres discos de Love of Lesbian, llegué a sabérmelos de memoria. Fuimos a verlos en mayo a Pamplona a una sala que estaba en un polígono, todavía estaban despegando, y en octubre ya llenaban el Antzokia bilbaíno, donde les volvimos a ver, hace una década de eso. En febrero de 2011 recalaban en la Concept de Logroño y en 2012 publicaban el siempre difícil «siguiente disco», el doble La noche eterna. Los días no vividos, y más festivales y conciertos en 2013, 2014El poeta Halley en 2016, y su última visita en el Actual de 2017. Nos hemos hecho mayores, estamos una década más viejos de cuando descubrimos a esta banda, y a estos discos, pero se han convertido en una parte esencial de las bandas sonoras de nuestras vidas.