Que Manic Street Preachers es una de las bandas de Rock más consolidadas de las últimas tres décadas no ofrece ninguna duda. Que es una de las más comprometidas social y políticamente, también. Llevan los galeses una etapa final que es fascinante y que aquí estamos siguiendo sin falta. Desde el inmenso y melancólico Rewind the Film (2013), para mí el mejor, hasta el notable Resistance Is Futile (2018), pasando por el más experimental Futurology (2014), también excelente. También hemos tenido tiempo para dedicar un artículo a Postcards from a Young Man (2010). Y, en estos momentos, llega el segundo disco en solitario de su cantante y guitarrista, James Dean Bradfield bajo el título Even in Exile, el primero es de 2006 y su título fue The Great Western. Bradfield hace un paréntesis en su trayectoria con Nicky Wire y Sean Moore y se lanza a un homenaje a toda regla al mítico cantautor chileno Víctor Jara a través de un disco conceptual basado en su vida y obra. Para este trabajo, Bradfield ha contado con las letras del poeta y escritor Patrick Jones, hermano mayor de Nicky Wire. Bradfield ha tocado todos los instrumentos, exceptuando la batería, a cargo de Richard Beak. Nos encontramos ante un disco emocionante y épico, en la línea de los Manic Street Preachers más melódicos. Bradfield no canta en español, alguna palabra aparece, y solo hace una versión de un tema de Jara, «La partida», que lleva a su terreno. Es un gran disco, que no deja indiferente y que transmite mucha emoción, como hemos señalado.
Ya el comienzo es brutal, «Recuerda» se inicia suave, casi como en un tono más íntimo, pero luego sube con las guitarras y se apunta a la épica. En «The Boy from the Plantation» sigue en esa línea épica aunque de forma más melódica, una canción de Pop melancólico. «There’ll Come a War» aborda un tono más oscuro, incorpora toques electrónicos e incide en el tono más dramático, aunque es una canción que nos convence menos. «Seeking the Room with the Three Windows» es una canción instrumental en la que sube la apuesta por la épica con sonidos pirotécnicos y guitarra española incluida. «Thirty Thousand Milk Bottles» cuenta con el piano de nuevo y se acerca al Pop Rock de los Manic Street Preachers para una de las mejores canciones del disco. «Under the Mimosa Tree» retoma al tono instrumental con protagonismo para la guitarra española en un tono más ambiental y atmosférico.
«From the Hands of Violeta» incide en la épica, para variar, aunque aquí la producción es clave con las cuerdas y unas guitarras luminosas, jugando con diferentes escenas. En «Without Knowing the End (Joan’s Song)», Bradfield canta con más garra si cabe y sigue con esas guitarras épicas. «La partida» es la versión ya señalada de Jara, una épica instrumental y crepuscular con coros incorporados. «The Last Song» es más Pop, comienza con un medio tiempo que luego crece con las guitarras. El cierre es para una más contenida «Santiago Sunrise», una bonita canción que tiene un tono muy ambiental y que gira hacia lo dramático.
Gran disco, sin duda alguna, un trabajo consistente y bien armado, un homenaje justo y merecido de un artista como James Dean Bradfield.