La Ciencia, o lo que es lo mismo Victuro Santamaría, Roberto Santos y el fichaje de Francisco Larrea «Larry», que ha sustituido a Borut Bizjak, y al que le pasa como decían de Matt Cameron sus compañeros de Pearl Jam en un documental, que podrían montar un festival con todas las bandas en las que tocan, han publicado su nuevo disco, Desiertos y aguaceros. Hace tres años casi ya hablamos de Doce reactivos químicos, su anterior trabajo que se disfrutaba, pero en este nuevo disco han ido más allá. Si el precedente contaba con diferentes influencias, aquí el Post Punk se impone del todo, unos sonidos muy ochenteros pero abiertos a una paleta más amplia. Hay ecos de The Cure, de lo primeros The Cult, y muchos más en un disco muy coherente y con canciones que no bajan el nivel en ningún momento. La base rítmica de Santos y Larrea suena engrasada y la guitarra de Santamaría saca los destellos junto con su voz que es una de sus señas de identidad. Además, hay que destacar todo el trabajo conceptual del disco en el sentido de la imagen, Daniel del Castillo y Sergio Pérez de Heredia, con sus fotografías y el diseño. Lo mismo que Pablo Andreva con los vídeos creados para algunas de sus canciones. Vamos con las canciones de este muy recomendable Desiertos y aguaceros.
Comienzan con «El desierto de lo incierto» que hace hincapié en el ya citado Post Punk de los ochenta y que va creciendo a través de una guitarra envolvente. «Microscopio» acelera el tempo y gana en potencia, la sección rítmica aumenta su presencia en una canción muy destacada. «Cuerdas» es más luminosa, el bajo de Santos cobra más protagonismo y el tramo final incide en la parte instrumental para ganar en el tono épico. «Así son las hienas» cuenta con casi dos minutos de inicio instrumental con la guitarra en modo riff permanente, manteniendo la identidad del disco. «Despojos» es una de nuestras canciones favoritas, más de siete minutos que nos recuerdan a los The Cure del tramo central de los ochenta, una letra críptica y un final muy expansivo. «Pandemia» es un instrumental más cañero y contundente.
La segunda parte comienza con «El simulacro de un aguacero» que retorna a la profundidad más Post Punk, aquí las dos voces se hacen más evidentes, la de Santamaría como principal y Santos de fondo, siendo una canción más melódica y con un giro interesante al fina. En «Induda» aceleran el tempo a través de la batería de Larrea, de nuevo las dos voces son protagonistas y vuelven a variar los ritmos dentro de la canción. También de nuestras favoritas «Lo que fue ayer», una canción de tono más melancólico, un medio tiempo creciente y muy emocionante. «Danzas y maestros» cuenta con una gran letra, es una canción de sonido más oscuro con la sección rítmica destacando, para entrar una guitarra más luminosa. En el cierre, otra de las canciones más conseguidas, «Entropía», un Post Punk crepuscular y épico, muy poderosa.
Desiertos y aguaceros se hizo esperar, tocó una pandemia por el camino, pero ha merecido la pena. Es un disco muy interesante, un trabajo que tiene una gran coherencia y que hay que verlo en su conjunto. Es un disco muy introspectivo que también precisa de atención en las letras. Gran disco de La Ciencia.