Hace poco más de un año, en septiembre de 2017, Charles Bradley nos dejaba prematuramente. Como Sharon Jones, fallecida un año antes que Bradley, dos historias miméticas, habían triunfado tarde tras pasar unas vidas duras y complicadas. Detrás de ellos, el sello Daptone Records, encargado de recuperar el Soul más estimulante y de raíces de los años sesenta y comienzos de los setenta a través de figuras como Bradley y Jones, ayudados por el fenómeno de Amy Winehouse en el que tuvieron que ver. Bradley, apoyado por la Menahan Street Band liderada por Thomas Brenneck, había conquistado a la crítica con su debut No Time for Dreaming (2011), publicado cuando tenía sesenta y tres años. Con claras referencias a James Brown, se había ganado la vida también imitándolo, con una grandísima voz, siguió brillando a gran nivel con sus dos siguientes entregas: Victim of Love (2013) y Changes (2016). Como decíamos, la historia te atrapaba pero se acabó antes de tiempo y de la misma forma que la de Sharon Jones. A finales del año pasado, Daptone Records y la Menahan Street Band publicaban un disco póstumo de Bradley bajo el título de Black Velvet, su apodo cuando imitaba a Brown y que significa terciopelo negro, un trabajo con algunas canciones que había grabado Bradley pero que no habían entrado en sus discos anteriores, incluidas tres versiones, recordemos cómo se llevó a su terreno el «Changes» de Black Sabbath. Hay que tener cuidado con esta clase de discos póstumos, en algunos casos no salen nada bien (basta recordar los casos de Amy Winehouse y Michael Jackson, entre otros), y aunque Black Velvet no brille a la altura de sus predecesores, es un disco correcto, un recuerdo del gran Charles Bradley.
Comienza de forma fantástica, «Can’t Fight the Feeling» es un tema compuesto por el propio Bradley y la Menahan Street Band, un Soul clásico con unos vientos predominantes y con la destacada forma de cantar de Bradley en primer plano. En «Luv Jones» colabora LaRose Jackson, también de la nómina de Daptone, con un sonido más Funk. «I Feel a Change» emociona y estremece, con la combinación de guitarras y órgano, un medio tiempo al servicio de Bradley. «Slip Away», la canción de Rodríguez, es llevada a su terreno en un Soul alegre y vital mientras que «Black Velvet» es un instrumental elegante de la Menahan Street Band.
Comienza la segunda mitad del disco atreviéndose con toda una «Stay Away» de Nirvana, una versión con mucho Funk a la que Bradley y su banda le dan la vuelta. No ocurre lo mismo con la más canónica «Heart of Gold» de Neil Young, mucho más ajustada a la original, aunque el añadido de los vientos es fantástico. «(I Hope You Find) The Good Life» es un medio tiempo que se queda a la mitad del camino mientras que en «Fly Little Girl» se muestran más inspirados con la combinación de Hammond y vientos. El cierre es para una versión más eléctrica del «Victim of Love» de su segundo disco, una gran canción también en esta nueva lectura acompañado de The Sha La Das, grupo de doo wop también de Daptone y descubiertos y producidos por el propio Brenneck.
Como hemos señalado, lamentablemente Charles Bradley se fue muy pronto. Black Velvet es un testimonio digno con algunas canciones destacadas, versiones interesantes y la sensación que Bradley tenía todavía muchas cosas que cantar.