Derby Motoreta’s Burrito Kachimba se cuelan en la apuesta indie del MUWI

MUWI 2019, 31 de agosto de 2019, Logroño (La Rioja)

El MUWI llegaba a su cuarta edición consolidado como uno de los eventos de cierre del verano logroñés, aunque las temperaturas de este fin de semana en la capital riojana casi nos llevasen a comienzos de julio cuando los veranos eran otra cosa. La apuesta de MUWI es clara, es uno de los festivales en los que más evidente es la mezcla de actividades que complementan la oferta musical. Con un espacio tan privilegiado como Franco Españolas y abierto a la ciudad a través del Puente de Hierro, el jueves tiene su preámbulo en el parking del la Muralla del Revellín. No cabe duda que MUWI se ha asentado y que este año ha conseguido seguramente el cartel más homogéneo de su trayectoria. Los festivales, y más en la última década, se encuentran en una competición entre ellos, y consigo mismos, brutal en la que tienes que buscar (y encontrar, que esa es otra) las bandas y artistas que te permitan conectar con el público general o el segmento al que te diriges, punto este segundo que ya no queda claro. Apuestes por un perfil concreto o por un eclecticismo marca de los tiempos, siempre tendrás una serie de riesgos. Obviamente, la clave está en lo que te puedas permitir desde el punto presupuestario, pero esa es otra historia. En el caso del MUWI, es un hecho que su perfil siempre ha sido el denominado «indie», categoría denostada y banalizada pero que si que encuadra a un tipo de público que no deja de moverse en el eclecticismo. Este año, como decíamos, MUWI ha afinado la puntería y ha presentado un cartel que abarca iconos del «indie», guitarras y promesas cumplidas. Eso sí, el MUWI sigue siendo un punto de encuentro incuestionable de la sociedad riojana y, fundamentalmente, logroñesa. Allí tampoco faltaba casi nadie vinculado de alguna manera u otra a la escena musical riojana.

El jueves 29 comenzaron con el ya tradicional concierto gratuito en el Revellín donde destacaban los riojanos Ático 8 y las emergentes Cariño, posiblemente con Carolina Durante una de las sensaciones del año. El viernes no pudimos ir a Franco Españolas, pero las crónicas y las sensaciones de la gente que allí se congregó, como el sábado con muy buena entrada, eran positivas. Iván Ferreiro, a estas alturas uno de los grandes referentes del «indie», convenció con sus éxitos, mientras que Delafé y Delaporte apuntaban el lado más electrónico de lo que es ese segmento musical. El sábado comenzaba con el sol abrasador lanzando toda su fuerza sobre Rusos Blancos, con Pablo Magariños a la batería, que se afanaban ante un público creciente en su propuesta Pop. Por cierto, allí se formaba una inmensa cola para ver a Viva Suecia, uno de los reclamos del festival, en acústico. Cuando comenzaron a las 20 horas podrían haber llenado otra sala de barricas con la gente que se quedó fuera.

El nombre que teníamos apuntado fundamentalmente era el de Derby Motoreta’s Burrito Kachimba (DMBK). Los sevillanos han sido otra de las sorpresas del año con un estilo que tenía un encaje más complicado en el cartel, pero que representó un acierto desde su inclusión. Con su sonido rockero, progresivo y psicodélico setentero, deudor de Triana, el sexteto sevillano salió a defender una propuesta que puede hacerse cuesta arriba en directo, como indicaba hace unos días Sergio Pérez de Heredia en Redes Sociales. Su disco es una barbaridad pero su repertorio se queda escaso todavía, quizá su única debilidad. DMBK salieron con fuerza y arrasaron, tiraron de poses y clichés rockeros, su cantante Dandy Piranha se transmutó en un Robert Plant andaluz, y los dos guitarristas de la banda se convirtieron en protagonistas. Su repertorio se centró en buena parte de su disco de debut, algunas canciones se alargaron, y también hicieron una versión de Camarón de la Isla. Se nos hizo corto el concierto y, sin duda, DMBK es una banda a seguir.

El siguiente en salir al escenario fue el incombustible e inconmensurable Ángel Stanich y su banda. Poco se puede decir de Stanich, uno de los artistas más consolidados de la escena «indie» y que cuenta con numerosos seguidores y seguidoras que corearon «Metralleta Joe», «Mátame camión», etc. Stanich y su banda están tan compenetrados que siguen mostrando ese entusiasmo y energía que ya vimos cuando los descubrimos en un lejano BIME 2014. Luego llegaron sus actuaciones en Actual 2015, Fardelej 2015 y en Ezcaray Fest 2018, convirtiéndose en habitual en nuestros escenarios. Notable y eufórico como siempre, Stanich no sorprenderá pero nunca decepcionará.

El escenario de MUWI el sábado finalizó con Hidrogenesse y su particular propuesta, con buena parte del público también encantado, y con Viva Suecia, que era la banda de los que veíamos más camisetas en el festival. Viva Suecia se han convertido en cabeza de esa segunda hornada del indie que encabezaban Supersubmarina y, con su disco de este año, El milagro, han ampliado la base de su público. Aunque siempre nos queda la sensación de si llegarán a la altura de la generación anterior, no cabe duda que sí que han logrado ganarse a un público más joven. Viva Suecia terminaron la fiesta del sábado en el MUWI, dando paso a un domingo más familiar. La siguiente gran cita musical riojana, el Fardelej en Arnedo del 12 al 14 de septiembre y que contará con Arizona Baby y La Habitación Roja, entre otros.

Derby Motoreta’s Burrito Kachimba, «Derby Motoreta’s Burrito Kachimba»

El MUWI regresa con su cuarta edición y lo hace con un cartel de nuevo ecléctico pero más centrado en lo que podríamos considerar «indie pop». Nombres consagrados como Iván Ferreiro, Delafé, Hidrogenesse, entre otros, compartirán escenario con los emergentes Viva Suecia, el siempre interesante Ángel Stanich, la apuesta por nuevos sonidos de Aurora & The Betrayers, Rusos Blancos y sin olvidar la presencia de Miqui Puig. Una de las propuestas más interesantes del cartel la encontramos para el sábado 31 de agosto con la presencia del sexteto sevillano Derby Motoreta’s Burrito Kachimba (DMBK), que ya llaman la atención desde el mismo nombre. A los DMBK se les puede catalogar en esa tradición del Rock andaluz que entronca las raíces flamencas con la psicodelia, el año pasado fue el de Rufus T. Firefly, y el Rock progresivo de los que fueron exponentes máximos Triana y que, con matices, igualmente hay conexiones con el lado más progresivo de elbicho. También puede emparentarse con Exquirla, el disco conjunto entre Niño de Elche y Toundra, aunque en los DMBK pesa más el componente progresivo que el flamenco. DMBK aciertan en su disco de debut homónimo que no deja para nada indiferente. Al contrario, tiene un componente adictivo que te hace volver al disco continuamente y que, ante la oportunidad ofrecida en MUWI, ver cómo son capaces de llevar esta propuesta en directo. Pero, primero vamos con este disco que, sin duda alguna, ha sido una de las sorpresas de la temporada.

El comienzo es «KBMD», un anuncio progresivo, una inquietante voz distorsionada que enlazará a una batería poderosa y a un órgano en primer plano que constituyen la estructura de «The New Gizz» con la voz aflamencada de Dandy Piranha lanzándose a través de una letra igualmente enrevesada que culmina con un sonido arabizante. El nivel sigue con «Aliento de dragón», otra de las canciones grandes del disco, para una canción de carácter más rockero con toques psicodélicos con un comienzo hipnótico. En «Somniun Igni (Part I)» apuestan por la vertiente más flamenca claramente, comienza a partir de una letanía que luego va creciendo.

La segunda parte se inicia con «El salto del gitano», una canción en la que aceleran y en la que el sonido es más setentero, es una de las canciones que más remiten a Triana. En esa misma línea se apunta «Grecas», aunque desciende un poco el nivel con respecto a las anteriores canciones, las guitarras se imponen así como el carácter progresivo. En «Samrkanda» mezclan esta vertiente con ciertos toques orientalistas, el órgano es el protagonista y la canción se va acelerando mientras va avanzando. Con «La piedra de Sharon» cierran sin salirse de la línea de la segunda parte del disco, aunque de forma contundente.

Disco potente y poderoso el debut de DMBK, un disco que se hace corto eso sí pero que te atrapa. Veremos de lo que son capaces en MUWI, no cabe duda que llevar esta propuesta a los escenarios implica tenerlo todo muy medido. Las expectativas son altas, muy altas.

 

El MUWI apuesta por lo ecléctico y da un importante salto

MUWI La Rioja Fest 2017, Logroño (La Rioja), 24 al 27 de agosto de 2017

Llegaba la segunda edición del MUWI a la capital riojana con una programación cargada y ecléctica. Los promotores habían decidido dar un salto en varias direcciones pero sorprendía la diversidad de estilos que se concentraban en los cuatro días del festival. Si el año pasado primaba el denominado ‘indie’, con sus puntos fuertes y débiles, este año la apuesta mantenía algunos nombres de ese estilo y otras propuestas. En todo caso, y salvando la fuerte lluvia del domingo por la tarde que obligó a suspender el tramo final del festival, MUWI ha dado un salto importante correspondido por una mayor respuesta del público que en 2016 en un entorno como el de las bodegas Franco Españolas, que volvió a manifestarse como un gran acierto. Antes, el jueves 24, se había abierto el festival con un concierto gratuito en el Revellín con Los Bengala y Joe Crepúsculo como platos fuertes, aunque lamentablemente no pudimos acudir al mismo, y bien que nos fastidió. Pero vayamos con las jornadas del viernes y sábado, en Franco Españolas, lo que vimos que no fue poco.

El viernes 25 abrieron Shinova, banda vizcaína que encajaría en lo que denominábamos ‘indie’ y que siguen los pasos de Izal o Vetusta Morla. Ser los primeros en el cartel tiene su ‘aquel’, pero Shinova convencieron al público que comenzaba a llegar a Franco Españolas. Les siguieron los navarros Kokoshca, en un concierto que fue de menos a más y en el que demostraron que hay mimbres de banda interesante. Kokoshca también se encuadrarían en ese ‘indie’ que decíamos y nos gustaron especialmente en el tramo final del concierto, con canciones de claro sustrato Pop. Una de las apuestas más arriesgadas fue la inclusión de Las Bistecs con su autodenominado ‘electro-disgusting’ y su autocategorización como ‘divas proletarias’, bases electrónicas para canciones divertidas y algunas de ellas con cargas de profundidad. El público se volcó con el dúo barcelonés y lo disfrutó, aunque también encontramos algunas voces críticas, pero fue un concierto curioso e interesante, ante el que no se podía permanecer indiferente. El ‘indie’ retornaba con Amatria, bases electrónicas para melodías Pop que, sinceramente, a mí me dejaron muy frío y que seguramente funcionarían mejor en el set acústico de las 20:00 horas, aunque tuvo su público. Y el plato fuerte de la noche vino con el Rock electrónico de los franceses Rinôçérôse, puesta en escena poderosísima con los asistentes a Franco Españolas entregadísimos y con unas canciones que sonaron en toda la madrugada logroñesa.

El sábado 26 le tocó a La Bien Querida abrir en una calurosa tarde, con un set acústico muy convincente, para dar paso a Perro. Pero uno de los platos fuertes de la noche fue la presencia de Soleá Morente, que sigue los pasos de su padre Enrique Morente en esa fusión del flamenco y los sonidos más eléctricos. Morente, que había realizado un set acústico a las 20:00 horas, apareció en el escenario principal para dar un concierto de altura poniendo su voz al servicio de grandes canciones. Y llegó otro de los mejores conciertos de esta segunda edición de MUWI, el de la banda de Soul barcelonesa The Excitements. El revival Soul que comenzó hace más de una década nos ha dejado grandes legados y en nuestro país uno de ellos es esta formación de músicos de categoría y una cantante que es una fuerza volcánica en el escenario, Koko Jean Davis. The Excitements, que ya habían estado en nuestra ciudad en Actual 2015, encendieron al personal y fue imposible dejar de bailar con el Soul con referencias a la Stax que ejecutaron, en lo que fue para mi opinión el mejor concierto del MUWI. Y el concierto del cierre del sábado noche era para otro valor seguro como son los sonidos electrónicos de los getxotarras WAS.

MUWI ha realizado una apuesta diferente en su segunda edición, abarcando más estilos de música, y han encajado bien. Sin duda alguna, es una buena noticia la respuesta de un público que salió muy convencido. Habrá que ver con qué nos sorprenden en la tercera edición, seguro que con algo bueno.