Vamos con un clásico, con una de esas canciones incontestables y cuya vinculación literaria es explícita. Nos estamos refiriendo a la gran «Sympathy for the Devil» de The Rolling Stones y a El maestro y Margarita de Mijaíl Bulgákov. Año 1968, The Rolling Stones ya eran una de las bandas más importantes del Rock ‘N’ Roll pero lo mejor estaba por llegar. Ese año publican Beggars Banquet, que da inicio a una sucesión de discos soberbios: Let It Bleed (1969), Sticky Fingers (1971) y Exile on Main St. (1972). Con Beggars Banquet, los Rolling Stones irán entrando en sonidos diferentes y pasarán a profundizar en las raíces norteamericanas con el Blues, el Country, etc. Por allí desfilan «Parachute Woman», «Dear Doctor», «Stray Cat Blues», entre otras, y canciones del calibre de «Street Fighting Man». Es el último disco en el que se da una participación activa de Brian Jones, aunque todavía aparece en Let It Bleed que contará también con Mick Taylor. Pero era la apertura del disco la que destacaba con una sinuosa y sensual «Simpathy for the Devil» que Jagger y Richards se sacaron de la manga para crear uno de sus grandes clásicos, aunque el peso mayor es del primero. «Sympathy for the Devil» destaca desde el comienzo con esas congas, esa forma de cantara de Jagger, ese «in crescendo» de la canción, contenido pero avanzando hacia el peligro con esas guitarra punzante de Richards, no me quiero imaginar lo que tuvo que ser escuchar aquello en pleno 1968. Es una canción larga, supera los seis minutos, que ha pasado de generación en generación.
¿Y cómo entra Bulgákov aquí? Cuenta la historia que Jagger estaba en esos años dedicado a la lectura compulsiva y que, por recomendación de Marianne Faithfull, le llegó El maestro y Margarita que había sido publicada en 1967 tras permanecer oculta durante varias décadas por la censura stalinista, convirtiéndose en una obra de referencia desde el momento de su aparición. Mijaíl Bulgákov realiza en su obra clásica una crítica del sistema soviético en tiempos de Stalin a partir de la visita del Diablo al Moscú de la década de los treinta del siglo XX, apareciendo personajes reales y ficticios y entrando en la dialéctica entre el bien y el mal.
Jagger tirará de este hilo para presentar en «Sympathy for the Devil» la llegada de un sinuante Diablo que se muestra seductor, «Pleased to Meet You/Hope You Guess My Name», y que deja claras sus intenciones. A lo largo de la canción hay referencias a San Petesburgo y la Revolución Rusa, Jesucristo y Pilatos, aunque no señala Moscú ni a la propia Margarita. De hecho, es en la primera parte cuando la presencia de la novela de Bulgákov puede ser más evidente, mientras que en la segunda la temática es más general, como si Jagger hubiese utilizado la novela como pretexto. No olvidemos que The Rolling Stones ya habían publicado Their Satanic Majesties Request un año antes y el pecado, lo prohibido y la tentación han formado parte de su universo simbólico y en «Sympathy for the Devil» aumentan la apuesta.