Lo hemos comentado alguna vez, el Soul entró en mis venas gracias a The Blues Brothers y ver en vídeo aquella locura magnífica que era The Blues Brothers, traducida aquí como Granujas a todo ritmo. Estrenada en 1980, aquella película la vería por primera vez de decenas de veces en la casa de mis padres. Era la primavera de 1990, una casa que tenía un aparato de vídeo desde hacía menos de un año, y un videoclub en el que estaba esa película con la carátula con la cara de John Belushi y Dan Aykroyd, con sus gafas de sol negras y sus sombreros. Aquello fue un shock, un momento tremendo. Aquella película era una locura con sus persecuciones, sus coches y las situaciones del guión que eran la excusa para que apareciesen por allí Cab Calloway, Ray Charles, James Brown, Aretha Franklin, John Lee Hooker y toda la banda, esa búsqueda de la misma y la forma de reclutar de nuevo a los integrantes, «estamos en una misión de Dios». Dirigida por John Landis, el cierre era trepidante con la actuación de The Blues Brothers y el «Everybody Needs Somebody to Love», la persecución hasta Chicago…en fin. The Blues Brothers, Jake y Elwood, habían sido creados por Belushi y Aykroyd para el Saturday Night Live. Bajo la dirección de Paul Shaffer, reclutaron una banda de kilates con dos figuras del Soul clásico de la Stax, los integrantes de Booker T. and the M.G.’s, Steve Cropper y Donald «Duck» Dunn, junto Lou Marini al saxofón, Tom Malone al trombón, Steve Rubin a la trompeta, Matt Murphy a la guitarra. Steve Jordan tocaría la batería en su primer disco, el directo Briefcase Full of Blues (1978), allí estaba «Soul Man», así como Tom Scott como saxofonista, aunque no saldrían en la película. El primero sería sustituido por Willie Hall. Tampoco saldría Shaffer, ocupando su puesto Murphy Dunne que también tocaría con la banda. En 1980, The Blues Brothers publicarían esa banda sonora icónica que ocupa un puesto de honor en la historia de la música, así como su tercer disco, Made in America, en el que tocarían Shaffer, Jordan y Scott.
Cuando se lanzaron a la realización de la película, no imaginaban el impacto que tendría y cómo acercaría a nuevos públicos a un Soul que había quedado desplazado por el Funk y la música Disco, aunque sus figuras seguían ahí. La banda sonora es una locura que no refleja todas las canciones que suenan en la película. Son las canciones que interpretan The Blues Brothers, en solitario y con los artistas invitados y es inevitable encajarlas en las escenas en las que suenan.
Comienzan con «She Caught the Katy», un Blues clásico de Taj Mahal y James Rachell, una canción que sube con los vientos y que interpreta Jake/Belushi. «Peter Gunn Theme» de Henry Mancini es un instrumental que encaja con la escena en la que sale, y que se convierte en otro de los iconos de la película. «Gimme Some Lovin'», un clásico de The Spencer Davies Group es otra barbaridad con Jake desatado. Uno de los mejores momentos de la banda sonora y de la película es la aparición de Ray Charles como propietario de una tienda de instrumentos, cuando van allí a comprar el material que necesitan se desata la locura con «Shake A Tail Feather», un Soul de Chicago que te pone a bailar. Y qué decir de «Everybody Needs Somebody to Love» de Solomon Burke que pasa a ser de The Blues Brothers con esa interpretación tan fascinante. James Brown se convierte en un predicador que enseña la luz a Jake y Elwood en otra de las grandes escenas de la película a través de «The Old Landmark», un Góspel tradicional.
Y si hay otra escena para repetir una y mil veces es la de Aretha Franklin interpretando el «Think» en su restaurante cuando Jake y Elwood se llevan a Matt Murphy y Lou Marini, ese baile de Jake y Elwood, y esos coros. El Western de «Theme from Rawhide» lo interpretan para salir del paso en el bar en el que suplantan a los The Good O’ Boys, grupo de Country sureño. En «Minnie the Moocher», de Cab Calloway e interpretada por él mismo, tiran de registro de Big Band y toques jazzísticos, con esas repeticiones del público a las llamadas de Calloway. «Sweet Home Chicago», el Blues que grabó Robert Johnson, es alargado en clave Soul por encima de los siete minutos con las guitarras de Murphy y Cropper en primer plano y luego dando paso a los vientos en solos intensos. Cierran el disco con «Jailhouse Rock», el clásico de Leiber y Stoller que popularizó Elvis Presley, realizando una vitamínica versión en la cárcel en la que acaba toda la banda.
Suenan más canciones en la película, interpretan el «I Can’t Turn You Loose» de Otis Redding y el clásico «Stand By Your Man» de Tammy Wynette y Billy Sherrill. También aparece John Lee Hooker, cuyas canciones suenan en dos ocasiones, y otros temas de Sam & Dave, Fats Domino, Louis Jordan, etc. Algunas podrían haber cabido en la banda sonora, especialmente las que hace la banda.
El éxito fue tremendo y ese mismo año publicaron Made in America, otro directo con temas de Wilson Pickett, The Contours, Wayne Cochran, etc. The Blues Brothers eligieron para sus otros discos canciones menos conocidas que los grandes clásicos del Soul. El resto de la historia, es conocida, John Belushi falleció por sobredosis en 1982, y ahí se acabó la encarnación clásica de The Blues Brothers. Aunque parte de los músicos siguieron girando y las recopilaciones que se publicaban de sus trabajos se vendían bien, sin Belushi no era lo mismo. Incluso en algunos conciertos se unía el hermano de John, James como un Zee Blues. Y ya hemos comentado alguna vez que la secuela, Blues Brothers 2000 (1998) fue un fracaso. De nuevo con Aykroyd y Landis a la dirección, incorporaron a John Goodman y a Joe Morton como hijo del personaje de Cab Calloway. Aunque lo peor fue poner un niño, el hijo de Jake…en fin. El resto de la película, el mismo guión, gags y escenas, persecuciones de coches, etc. Y grandes números musicales con Aretha Franklin y James Brown de nuevo, junto con la aparición de grandes nombres de la música como The Louisina Gator Boys: Clapton, Clemons, Diddley, Isaac Hays, B.B. King, Dr. John, Charlie Musselwhite, Billy Preston, Koko Taylor, Stevie Winwood, etc., liderados por Paul Shaffer. Además, también salían Wilson Pickett, Erykah Badu, Eddie Floys, Sam Moore y Junnior Wells. Lo mejor, la música.
Nuestro homenaje, una vez más, a The Blues Brothers, a Jake y Elwood y a todos esos músicos tan grandes que crearon magia.