Es 1980 y eres una de las bandas más importantes del mundo. Has superado los esquemas del Punk que te encumbraron y has saltado la banca con London Calling (1979), un disco que tiene muchos más estilos y matices. Doble, pusiste de los nervios a tu discográfica, la todopoderosa CBS diciendo que era un disco doble y que lo sacarías a precio sencillo. El disco es una obra atemporal y una cima de la música popular. La imagen icónica de la portada, Paul Simonon destrozando el bajo en el escenario bajo una tipografía de las letras claramente inspirada en las de los discos clásicos del Rock & Roll de los cincuenta, se convertirá en una de las más representativas del Rock. Es 1980 y eres The Clash, ¿qué haces? Pues subir la apuesta. Y es que The Clash no lo tenían nada fácil para superar el London Calling, no lo harían, pero lo que hicieron con Sandinista! también merece el recuerdo. Y es que Joe Strummer, Mick Jones, Paul Simonon y Tropper Headon iban a dar un paso más allá con un disco triple a precio sencillo, no me quiero imaginar de nuevo la cara de la gente de CBS, y soltándose del Punk para dar entrada a más sonidos con especial preeminencia del Reggae, el Dub, sonidos jamaicanos, sin olvidar el resto de influencias. Y, además, llamas a tu disco Sandinista!, en referencia al movimiento nicaragüense, casi nada. El caso es que The Clash se soltaron con ese disco triple que se iba casi a las dos horas y media. Obviamente, el disco tiene grandísimos momentos y otros menos conseguidos, especialmente en la mucho más experimental parte final, pero eso no desmerece al hecho de que nos encontremos ante otra obra muy grande de los británicos. En Los Restos del Concierto vamos a recordar la edición en doble CD. Entramos en el mundo de Sandinista!
El comienzo del disco es para la impactante «The Magnificient Seven», con una clara influencia del Funk y el Disco con el bajo de Simonon y la guitarra de Jones destacando. «Hitsville U.K.» no baja el ritmo y tiene un punto más Pop con la colaboración de Ellen Foley. «Junco Partner» es una canción de cadencia suave con el tono del Calipso marcando el ritmo mientras que «Ivan Meets G.I. Joe», donde canta Headon, es una maravilla Pop con esos sonidos experimentales de los teclados. En «The Leader» retornan al Rock & Roll clásico y «Something About England» es más orgánica, tiene diferentes tonalidades e incorporan vientos y el órgano. Más experimental y sombría es «Rebel Waltz» y el Swing se impone en «Look Here». «The Crooked Beat» es un regreso al Reggae y al Dub de tono pausado con el bajo de Simonon en primer plano. «Somebody Got Murdered» es una de las canciones más destacadas del disco, Punk y Rock & Roll se dan la mano aunque se impone el segundo. «One More Time» es otro Reggae también talentoso y siguen por esa senda aunque de forma más experimental con «On More Dub», como su título indica. Sorprende gratamente, y destaca, la muy New Wave «Lightning Strikes (Not Once But Twice)» donde demuestran que eran de los más listos de la clase. Y «Up In Heaven (Not Only Here)», otra de mis favoritas, es una canción del Punk de sus comienzos, demostrando que seguían manteniendo esa fuerza y rabia. «Corner Soul» es otra maravilla de Reggae, más canónica y menos experimental. El Calipso hace de nuevo su aparición en la luminosa «Let’s Go Crazy», «If Music Could Talk» es un Reggae experimental con un saxo muy destacado, y se cierra este primer CD con «The Sound of Sinners» que es un Rock & Roll clásico con influencia del Doo Wop.
Como en el anterior CD, la primera parte del segundo es una barbaridad. «Police on My Back» es contundente y guitarrerra y en «Midnight Log» se marcan un Rock & Roll de nuevo enmarcado en el Swing de categoría. «The Equaliser» es un Reggae y Dub que cuenta de nuevo con ese tono pausado que le dan a esas canciones. «The Call Up» es más sombría y el bajo Funk de Simonon marca el ritmo junto a un tono más tintineante. «Washington Bullets» retorna a las influencias y cadencias caribeñas y en «Broadway» abordan el eclecticismo al mezclar Rock & Roll, un punto de Reggae y un epílogo de su gran clásico «The Guns of Brixton». Una de las sorpresas es la Folk de Tymon Dogg «Lose the Skin», que canta el mismo y toca el violín, una pasada que podrían haber firmado The Pogues. Fantástico es el giro más Pop y melódico de «Charlie Don’t Surf». Pero, a partir de aquí entramos en un terreno más experimental que en gran medida corresponde al tercer disco, más entroncado en el Dub. Es lo que ocurre con el Reggae futurista de «Mensforth Hill» o con el Dub de «Junkie Slip». Mejora con la unión de Reggae y Rock & Roll, aunque sin dejar de lado lo experimental, de «Kingston Advice». Pero retornan a los cauces anteriores a través de «The Street Parade», «Version City» y «Living in Fame», esta última más atmosférica siendo una revisitación de «If Music Could Talk». Y en este sentido va a ir el resto del disco con el Dub futurista de «Silicone of Sapphire» («Washington Bullets»), el tono irritante de «Version Pardner» («Junco Partner») y el cierre instrumental de «Shepherds Delight» («Polices & Thieves» de su primer disco). Antes de ella, hay tiempo para una «Career Opportunities» de The Clash (1977) cantada por los hijos del teclista Mickey Gallagher.
The Clash llegaron a su punto más alto aunque todavía tendrían tiempo de un Combat Rock (1982) que les daría dos hits como «Should I Stay or Should I Go» y «Rock the Casbah». Pero, para entonces, las relaciones dentro de la banda ya estaban deterioradas y su final no estuvo a la altura con el muy menor Cut the Crap (1985), ya sin Jones ni Headon. Pero este Sandinista! que hemos comentado hoy contribuyó sin duda a cimentar el prestigio de una de las bandas más importantes de la historia de la música popular, The Clash. Lástima que hoy no exista ninguna banda de Rock a la altura de lo que significaron The Clash en su día.