«Modern Classics: The Greatest Hits» o la inmaculada primera etapa de Paul Weller en solitario

Año 2020 y el incombustible Paul Weller ha sacado un nuevo disco, On Sunset, que tocará analizar en Los Restos del Concierto las próximas semanas. Pero, antes, vamos a detenernos en el primer recopilatorio que publicó de su carrera en solitario en 1998: Modern Classics: The Greatest Hits. Y es que, la vida y carrera de Paul Weller da para mucho, muchísimo, aunque este primer recopilatorio aborda sus cuatro primeros discos de la década de los noventa. Weller había logrado triunfar con The Jam con Bruce Foxton y Rick Buckler. Punk, Mod, etc., y The Jam convertidos en icónicos durante toda la explosión del Punk con himnos como «Town Called Malice», «In the City», «The Eton Rifles», «That’s Entertainment», etc. Pero, en 1982, la historia de The Jam llega a su fin, al menos para Weller, que se embarca en otro proyecto como será The Style Council. Junto a Mick Talbot, Weller explora el Soul, en Nothern Soul y el Pop más sofisticado, y da lugar a un proyecto muy interesante que tendrá grandes hitos en canciones como «Shout to the Top», «Walls Come Tumbling Down», «Long Hot Summer»…Otra maravilla de un Weller imparable. Pero el proyecto finaliza en 1989 y, en ese momento, Paul Weller decide iniciar una carrera en solitario que coincidirá en pocos años con el comienzo del BritPop, del que Weller será designado como «padrino». Y es que las influencias de Weller son claras, especialmente en bandas como Oasis y, especialmente, en Ocean Colour Scene. Pero, ¿qué hará Paul Weller en esta primera etapa en solitario que se recoge en este Modern Classics? Pues irá hacia un sonido más duro que The Style Council, unas canciones Rock fundamentalmente aunque también contará con influencias Folk, Soul y Pop. Llama la atención que Weller saque el disco recopilatorio con solo cuatro discos, imaginamos que pudo ser un momento de aprovechar la ocasión de la puesta en valor con el BritPop, pero también es cierto que sus cuatro discos habían sido exitosos. También es verdad que los tres primeros salieron con la independiente Go! Discs y el cuarto estaba ya en Island, pero tampoco creemos que pueda influir. El caso es que Paul Weller (1992), Wild Wood (1993), Stanley Road (1995) y Heavy Soul (1997) nos muestran a un Weller en plena forma. Dieciséis canciones forman el disco que cuenta con una novedad, «Brand New Start» mientras que el resto se reparten con cuatro canciones para cada disco y tres para Paul Weller, representando en gran medida los singles sacados de esos discos, aunque en esta recopilación no se sigue ningún orden. Sonido Paul Weller, inconfundible, con su voz potente y con guitarras poderosas.

Comienza el disco con «Out of the Sinking» (1995), con las guitarras recubriendo los matices Pop y Soul de la canción. Luego llega el turno para la más rockera «Peacock Suit» (1997), sonido también muy sesentero. «Sunflower» es más melódica y es una gran canción que va aumentando en intensidad (1993). Y brutal es «The Weaver» (1993), un sonido canónico del Pop Rock británico con unos coros que siguen su querencia por el Soul, mezclando a su vez las guitarras acústicas y eléctricas. Y luego llega «Wild Wood» (1993), una de nuestras canciones favoritas de todos los tiempos de Weller, un medio tiempo en el que también se percibe la influencia del Folk. «Above the Clouds» (1992) es más Pop, un sonido elegante de su primer disco en el que todavía se perciben los ecos de The Style Council.

También de 1992 es «Uh Huh Oh Yeah», un Pop Soul psicodélico que cuenta con sección de vientos. De aquí pasa a «Brushed», una canción de 1997, sonido más duro y poderoso, más rockera. «The Changinman» (1995) sigue en la línea más Rock pero incorpora algunos sonidos psicodélicos. «Friday Street» (1997) es uno de los grandes descubrimientos del recopilatorio, una canción de Pop melódico que luego va hacia la épica y la intensidad, muy del BritPop, como tomando el pulso de una escena que él mismo había influenciado decisivamente. Y «You Do Something to Me» (1995) es otra de sus grandes canciones en solitario, un medio tiempo melódico con un toque orquestal que le lleva a su Pop más elegante.

«Brand New Start» es la novedad del disco, como hemos señalado, otro medio tiempo Pop en el que incide en su lado más acústico. «Hung Up» (1993) es una canción en la que se recogen varias de sus influencias más claras, del Folk al Soul. Y en «Mermaids» (1997) nos encontramos con un tema melancólico en el que de nuevo destaca la combinación de sonidos más acústicos y eléctricos, otro elemento característico de Weller. En «Broken Stones» (1995) hay lugar para la elegancia Soul y el cierre es para «Into Tomorrow» (1992), otra joya, contundente y cañera, esos vientos son un elemento fundamental.

Puede que mucha gente, especialmente de las generaciones más jóvenes, descubriese a Paul Weller porque tocaba en «Champagne Supernova» de Oasis, pero en esos años ya estaba demostrando su fuerza y talento. Weller ha seguido sin pausa sacando discos, ha aumentado su paleta de sonidos, lo que a veces no le ha salido muy bien todo sea dicho de paso, pero sigue siendo un valor seguro. Pronto nos centraremos en On Sunset, un regreso al mejor Paul Weller.

 

 

El Soul británico de Stone Foundation y la sombra de The Style Council y Paul Weller

Biribay, Logroño (La Rioja), 7 de abril de 2019

Casi sin enterarnos, de casualidad, llegó a nosotros la información de la presencia de los británicos Stone Foundation en el Biribay logroñés, de la mano de Boogye. También de esta forma, para qué nos vamos a engañar, descubrimos quiénes eran Stone Foundation, que venían en una extensa gira por España presentando su disco Everybody, Anyone. Entrevista en el Ruta 66 y artículo de nuestro querido amigo Fernando Navarro en El País, las noticias sobre la banda nos llevaban a un Paul Weller que los había apadrinado y con el que habían grabado. Además de Weller, entre los colaboradores de Stone Foundation estaban Mick Talbot y Steve White, ambos integrantes de The Style Council, Dr. Robert de The Blow Monkeys, etc. Liderados por Neil Jones, a las voces y la guitarra, y por Neil Sheasby al bajo, contaba Fernando Navarro que llevaban décadas currándoselo. Es decir, unas credenciales tremendas y, para nosotros, todo lo que tenga que ver con el Soul, pues allí que nos vamos. Sin embargo, en las puertas del Biribay vimos unos carteles de «Se traspasa este local», una triste noticia para todos los aficionados a la música del conjunto de La Rioja, uno de los locales más importantes de la región en la música en directo. Una pena y nuestro homenaje a José Andrés Biribay por su destacado trabajo llevado con pasión.

Había buen ambiente en el Biribay la tarde del domingo, con la gente expectante ante lo que podían ofrecernos los británicos. Aparecieron ocho músicos en el escenario, junto a los dos Neil había una potente sección de vientos, batería, teclados y percusión. Aquello ya comenzó como una apisonadora que no bajó el ritmo con un Jones muy comunicativo e interactuando con el público continuamente, apoyado por Sheasby. La banda fue un cañón que desplegó todas las esencias del Northern Soul y en el que se mostraron, perdón por el tópico, como alumnos aventajados de Weller en su etapa de The Style Council. Allí sonaron temas a las que sólo les faltó que saliesen Weller, Talbot y compañía, con la sección de vientos y el teclista como elementos más destacados. Era un no parar que no contó con un segundo de descanso, ni siquiera en las canciones de su último disco más acompasadas. Temas como «Sweet Forgiveness», «Standing on the Top», «Next Time Around» (una joya esta última), etc., nos convencieron bastante. Y hubo otras canciones de trabajos anteriores en el que tiraron más de Funk que puso al Biribay a bailar.

Gran concierto de Stone Foundation, un placer y un lujo disfrutarlos en Logroño en una tarde primaveral de abril. El Soul siempre será el Soul, una de las músicas más maravillosas que existen.

Bart & The Bedazzled, «Blue Motel»

Bart Davenport es un veterano de la escena Folk norteamericana pero que, como otros tantos, ha decidido adentrarse en otros sonidos más Pop y también ha mirado a la década de los 80 del siglo pasado que vive una especie de revivalismo interesante, ya lo comentábamos hace poco aquí con el último trabajo de Josh Rouse. Davenport construye una nueva banda, Bart & The Bedazzled, para presentarnos un fantástico Blue Motel que te traslada a nuestros queridos y reivindicados The Style Council o Prefab Sprout, está muy bien que sean grupos como estos los que marcan las influencias de estas propuestas. Bart & The Bedazzled traen una colección de canciones elegantes y atractivas, con un sonido de guitarras muy interesante, con una voz de Davenport que funciona muy bien y con otros toques sutiles como la presencia del saxofón o los coros femeninos. Pero, lo más importante, es que hay unas cuantas canciones de nivel.

El comienzo es para un «Blue Motel» que te pone en la pista del disco, canción muy de los 80 con una melodía Pop sacada directamente de The Style Council y con unas guitarras muy elegantes. Menos convincentes se muestran en el casi medio tiempo «Hallowen By the Sea», más sutil si se quiere pero que funciona peor. En «What’s Your Secret (Cleo)» la apuesta es por un sonido más ligero pero con unas guitarras que están muy bien, más animadas que en el tema anterior, aunque el tono de voz de Davenport sea un tanto nostálgico, y hace su primera aparición el saxofón como contrapunto en el tema. En «Life Under Water» la melancolía es mayor, tiene un tono como muy de crooner la forma de cantar de Davenport, más intimista, y el saxofón sigue siendo clave. Con «The Amateurs» recupera el dinamismo, guitarras animadas de nuevo y con unos coros bien insertados. Y el cierre de la primera parte es para «Your Sorrow» que, sin dejar de mirar a los ochenta, tiene un tono diferente, posiblemente más arriesgado y diferente en relación al conjunto del disco.

La segunda parte comienza con la mejor canción de las once, «The House That Built Itself», un temazo, una maravilla Pop que cuenta con un comienzo un tanto oscuro, ese órgano que suena de fondo, pero que luego se transforma en un tema vital y fascinante. «Time Machine for Two» tiene un punto más oscuro, es más ambiental y la melancolía es protagonista de nuevo. «Single Life» es un tema instrumental, con el saxofón como protagonista, que es muy intimista y que nos recuerda a esas películas de los ochenta que tenían como protagonista al medio urbano y las calles oscuras alumbradas por farolas. El cierre es para la más optimista «Crownups», regresa a las guitarras Pop, y para la melancólica, la sombra de Prefab Sprout que no cesa, «Vampire», con coros femeninos incluidos.

Disco para disfrutar, un trabajo que gana con las escuchas este Blue Motel de Bart & The Bedazzled y que te conquista con sus sonidos Pop. Imagino a Paddy McAloon escuchando estos discos y sonriendo.