Lucinda Williams tampoco para y en 2017 se ha lanzado con el experimento de revisitar su disco de 1992 Sweet Old World, cuarto disco de una carrera que iba muy espaciada. Si su anterior trabajo, Lucinda Williams, era de 1988, el siguiente, el clásico Car Wheels on a Gravel Road no llegaría hasta 1998, situándola en la cúspide del Country Rock y de todo aquello que se denominó ‘Americana’ con su voz característica y sus melodías tristes. Desde entonces, no ha parado aunque no es menos cierto que igual en sus últimos discos, reseñados en Los Restos del Concierto, se observa en ocasiones un cierto ‘piloto automático’ en trabajos a los que les sobra algún tema aunque no por ello son discos exentos de calidad. Como no habíamos escuchado el disco de 1992 vamos a abordar este This Sweet Old World como una novedad y nos encontramos a una Lucinda Williams en plena forma, un trabajo más intimista donde su voz suena más rota y que ofrece además cuatro temas más, destacando en su conjunto unas melodías realmente conseguidas. Una de las cuestiones que también se observa es que ha cambiado el orden de los temas, pero es una cuestión que tampoco podemos valorar.
El inicio es fantástico con ‘Six Blocks Away’, un tema en el su voz suena más rota como decíamos y es un medio tiempo que va ascendiendo con una gran melodía. Sube la apuesta con ‘Prove My Love’, una canción típica del ‘Americana’ donde por momentos frasea y con unas guitarras eléctricas destacadas. Y ‘Something About What Happens When We Talk’, un medio tiempo también sobresaliente, donde su voz rota le otorga una gran personalidad al mismo. ‘Memphis Pearl’ mira directamente a la nostalgia, siendo más minimalista, y en esa línea sigue ‘Sidewalks of the City’ pero es una canción más redonda, muy intensa y en la que su voz te lleva hacia un final que gana en fuerza. ‘Sweet Old World’ no deja ese camino, siendo más desnuda, con el contrapunto de la guitarra. ‘Little Angel, Little Brother’ es más melódica y su voz de nuevo nos lleva por un camino doliente junto a unas guitarras de fondo como en un segundo plano. En ‘Pineola’ coge fuerza, se lanza con guitarras más contundentes y vuelve prácticamente a frasear, siendo uno de nuestros temas favoritos.
‘Lines Around Your Eyes’ está más en la línea del Country Rock, es más animada y rockera aunque con una base claramente Country. ‘Driven’ Down a Dead End Street’ es una de las novedades con respecto a 1992, un tema que retorna al intimismo y en el que Williams prácticamente recita. ‘Hot Blood’ es seguramente una de las mejores canciones del disco, Williams vuelve a demostrar su fortaleza con unas guitarras poderosas y una sección rítmica contundente en un canción que se expande. En ‘Wich Will’, tema de Nick Drake, retorna a su milimanismo con tono melancólico y triste. Incorpora su fantástica versión de la tradicional ‘Factory Blues’ que enlaza con otra versión, ‘What You Don’t Know’ de Jim Lauderdale y John Leventhal, en la que mantiene el tono Blues aunque en un perfil más bajo. En ‘Wild and Blue’, firmada por John Scott Sherrill y que popularizó John Anderson, regresa de nuevo a ese tono minimalista e intimista que caracteriza en líneas generales todo el disco, mientras que el cierre es para ‘Dark Side of Life’, tema más del Country Rock con ese pedal steel y con su voz destacando con una forma de cantar más áspera.
Lucinda Williams nos regala un trabajo fantástico y que deja un gran sabor de boca, dando ganas de buscar el original para ver las diferencias. Williams se ha forjado una carrera impresionante y, como decíamos, sus últimos discos pecan de largos por momentos, no es menos cierto que mantiene un tono muy inspirado que se constata también en este This Sweet Old World.