Teníamos ganas en Los Restos del Concierto de la segunda entrega de Mi Capitán, el numeroso combo barcelonés que ya nos sorprendió con el buen debut de Drenad el Sena (2015). Bajo el sugerente título, siguiendo con la línea comenzada hace casi tres años, de Un tiro por la salud del Imperio, la formación liderada por Gonçal Planas, que asume la autoría de las letras, algunas explícitamente sociales, sigue la línea de su debut pero también se permite otras licencias. Junto a Planas vuelven a desfilar músicos presentes en otras formaciones: Víctor Valiente (Standstill), Dani Ferrer (Love of Lesbian), el omnipresente Ricky Falkner (Standstill, Egon Soda y recientemente ingresado como bajista en Love of Lesbian), Ferrán Pontón (Egon Soda), Julián Saldarriaga (Love of Lesbian) y Ricky Lavado (Standstill y Nudozurdo). Y la producción ha corrido a cargo de los propios Falkner y Planas, junto a Santos Berrocal (Santos). Obviamente, muchas influencias y numerosas conexiones pero Mi Capitán es una formación y un proyecto con identidad propia, un sonido que se aleja de buena parte del resto de bandas mencionadas. Protagonismo para las guitarras en buena parte de un disco que no cuenta con grandes altibajos y que nos deja algunas canciones fantásticas.
Y una de ellas es el pelotazo del comienzo, una enérgica ‘En la Avenida’ que va creciendo gracias a unas guitarras muy potentes, una gran letra, un piano muy rockero y un estribillo que encaja a la perfección. ‘Sal corriendo’ es una de esos temas con letra combativa a la que le acompaña una música con una cierta oscuridad y con un toque marcial de la batería, una canción que mantiene el nivel del comienzo. Oscura y un tanto afixiante resulta ‘Dos mil apuestas’ debido a ese ritmo como sincopado, incluso en la voz de Planas, aunque se compensa con los riffs de las guitarras. ‘Mi antebrazo’ es un tema lento en el que cuesta entrar, siendo esta clase de canciones las que quedan un poco en un segundo plano. Todo lo contrario que la muy stoniana ‘Encerrados en la habitación’, Rock & Roll del bueno con el piano ocupando un merecido lugar protagonista.
‘Veo un caballo’ crece con las escuchas, es un tema oscuro en su primera parte con unas guitarras más pesadas, con una buena letra y con una segunda parte en la que cambian el ritmo y que queda interesante. ‘Y sin embargo’ también es uno de nuestros temas favoritos, dinámica aunque con un punto de complejidad, destacando de nuevo los teclados. En ‘La Policía’ retornan a los tonos oscuros gracias a las guitarras y ‘Atados’ nos convence menos, canción minimalista que nos deja un tanto fríos. El final es para ‘Un deseo más’, un buen cierre que juega con la mezcla de épica y nostalgia con una letra un tanto críptica.
Buena segunda entrega de Mi Capitán, que no defraudan, al contrario. Un proyecto sólido que tenemos ganas de ver en directo porque tiene que ser un espectáculo si van los siete. Y gran vídeo también el de ‘En la Avenida’.