Nos pasa de vez en cuando, aparece alguna banda, artista o disco que nos emociona. No son gente que estará en la primera línea, ni siquiera igual en la segunda, no alcanzarán el reconocimiento que merecen pero sus canciones te acompañan siempre. Me ha pasado con los discos de The Mastersons, con Lydia Loveless, con Madisen Ward and the Mama Bear y tantos otros. Y ahora me ha pasado con este The Imperial que nos ocupa de The Delines, que ha llegado a nuestras manos tras haber sido destacado por el siempre fiable Joserra Rodrigo, un disco maravilloso, sutil, elegante y toda la clase de la mezcla del Country y la música de raíces norteamericanas con el Soul. Hay pedal steel, vientos fantásticos, y unas melodías imbatibles. Desconocía la existencia de esta formación de Oregon y su historia, algunos de sus integrantes pasados y actuales pertenecen a The Decemberist o Minus 5. La cabeza visible de la misma es la vocalista Amy Boone, poseedora de una voz fantástica que te lleva de momentos más introspectivos a otros en los que adopta un rol más cercano a toda una Lucinda Williams, aunque las canciones son compuestas por Willy Vlautin de los desaparecidos Richmond Fontaine. The Imperial es el tercer disco de la banda, tras dos trabajos en 2014 y 2015 que pasaron desapercibidos, pero este The Imperial es un lujo. Una colección de diez canciones que te atrapan desde la primera escucha.
«Cheer Up Charley» comienza con fuerza por el pedal steel y la combinación de los vientos, un tema crepuscular con la emocionante voz de Boone. Con «The Imperial» se salen, una de las canciones que más me están marcando en lo que llevamos de 2019, una delicadeza «in crescendo» con esa mezcla de elementos del Country y el Soul, con un piano destacado, y un final brillante. En «Where Are You Sonny?» adoptan de nuevo un tono crepuscular, nos remiten a Lucinda Williams y destacan de nuevo los vientos. En «Let’s Be Is Again» siguen por esa senda, con clase y elegante, una canción emocionante. Y, para finalizar la primera parte, ahondan en esa dirección con «Roll Back My Life», aquí cayendo el protagonismo sobre la voz de Boone en una canción con menos presencia de los instrumentos.
La segunda parte se inicia con otra cumbre del disco, «Eddie & Polly», que es una delicia con esos coros, esa forma de cantar de Boone y ese pedal steel de nuevo. De no estar «The Imperial» en el disco, sería la mejor canción del mismo. «Holly the Hustle» es más triste y te emociona de nuevo, va creciendo con los vientos y con ese punto Soul que se aprecia más en un tema como este. En «The Old Haunted Place» tiene más presencia el Country, incluyendo unas cuerdas que le dan un toque imprescindible. «He Don’t Burn For Me» es otra delicadeza, de nuevo una melodía al servicio de la melancolía, y se sale la sección de viento que alcanza un mayor protagonismo. El cierre es para el más introspectivo y ecléctico «Waiting on the Blue», canción que tiene un punto más experimental y que se aleja un poco del tono del disco.
Maravilloso descubrimiento este The Imperial de The Delines, un disco que seguiremos escuchando continuamente en los próximos meses y que nos ha dejado noqueados. Como hemos dicho, «The Imperial» ya entra en la lista de las canciones del año.