Formado en Austin en 1994 por Tony Scalzo, Miles Zuniga (principales compositores) y Joey Shuffield, Fastball es un trío que ha mantenido intacta su formación hasta hoy. Su primer disco fue publicado en el 96 pero no sería hasta dos años más tarde cuando se saldrían con ‘All The Pain Money Can Buy’, un excelente disco que quedó eclipsado por el extraordinario éxito de su mejor tema, este The Way que los impulsó a liderar la lista de rock moderno del Billboard en 1998 y a alcanzar unas ventas por encima del millón de copias. Temas como Slow Drag, Fire Escape o Out Of My Head entre otros, bien hubieran merecido su protagonismo, pero The Way copó todo el interés y les alcanzó un estatus de estrellas que acabaría por sentarles de aquella manera.
Entre el rock y el power pop, las canciones de la banda siempre han sido amables, enérgicas y con estribillos pegadizos dentro de una estructura clásica pop. En concreto The Way idealiza la historia real de una pareja de ancianos que, superados los ochenta y con problemas de memoria, fue dada por desaparecida tras emprender un último y largo viaje por carretera que acabaría trágicamente en el fondo de un barranco, una triste historia que la canción narra con gusto y melancolía para acompañarte irremediablemente desde la primera escucha.
Posteriormente vendría el topetazo; con su tercer disco, algo más oscuro y también de nivel aunque no como ‘All The Pain Money Can Buy’, no cumplirían las expectativas pero, en contra de lo que podría haber supuesto el fin de la banda, decidieron continuar con su carrera publicando a menor escala y más espaciadamente tres discos más, el último en mayo de este año, que satisfacieran a sus seguidores sin hacer concesiones al mercado, y lo consiguieron. A la espera de escuchar sus últimas canciones nos quedamos con este hit incontestable, además de otras muchas canciones, de una banda que mantuvo inalterable su camino contra éxito y fracaso.