Siempre es una gozada recordar al bueno de Tom Petty y a una de sus obras maestras con los Heartbreakers, el Damn the Torpedoes del que se cumplen cuatro décadas en este 2019. Fue el tercer disco del de Florida y su banda y supuso un punto de inflexión en su carrera, alcanzando el número 2 en el Billboard y unas ventas millonarias. ¿Es el mejor disco de Tom Petty & The Heartbreakers?, pues no lo sé pero que está entre los tres mejores de eso no me cabe ninguna duda. Allí estaba la formación más clásica de los Heartbreakers con Mike Campbell, Ron Blair, Benmont Tench y Stan Lynch, y en el disco participarían los míticos Donald «Duck» Dunn al bajo en «You Tell Me» y el batería Jim Keltner, que aportaría la percusión en «Refugee». Pero el principal cambio que se observaría en este tercer disco de Petty y los Heartbreakers era el fichaje de Jimmy Iovine como productor, compartiendo tareas con el propio Petty. Iovine venía de trabajar con Lennon, Springsteen y Patti Smith, entre otros, y repetiría con Petty y los Heartbreakers en sus discos de la primera mitad de los 80. El resultado fueron nueve canciones que funcionan como una unidad, un disco que no te deja un segundo de descanso con las guitarras «marca de la casa» de Petty, las melodías rockeras que se derivan en algunos momentos hacia el Power Pop, y un Petty en un estado de forma sobresaliente. Todo un clásico imperecedero.
Ya el comienzo es para la impactante «Refugee», compuesta por Petty junto a Campbell, todo un clásico de gran fuerza, un tema de Rock clásico norteamericano. El mismo dúo compositivo repite en «Here Comes My Girl», un medio tiempo ascendente en el que Petty comienza fraseando y que es otro clásico de la banda. Y el tercer tema, aunque ya sólo compuesto por Petty, es para «Even the Losers», una de mis canciones favoritas de Petty y los Heartbreakers, con esos riffs de guitarra y esos sonidos que le sacaba al órgano Tench. En «Shadow of a Doubt (A Complex Kid)» exploran un sonido más cercano al Power Pop pero sin dejar de lado las esencias rockeras y en «Century City» apuestan por el Rock & Roll de los orígenes, con armónica incluida a cargo de Petty.
«Don’t Do Me Like That» es otro de los grandes temas del disco, aunque los nuevo lo son, destacando de nuevo Tench y la forma de cantar de Petty. A continuación llega «You Tell Me», que tiene otra cadencia, es de lo más diferente del disco, aunque vuelven a destacar las guitarras de nuevo. «What Are You Doin’ in My Life?» es una canción muy animada con un Tench de nuevo desatado. El cierre es para la más sureña «Louisiana Rain» que ya desde el título recuerda a esas esencias.
Como decíamos al comienzo, siempre es un lujo recordar al gran Tom Petty y sus Heartbreakers, un artista y una banda capital en el Rock & Roll y el conjunto de la música popular. Damn the Torpedoes fue un disco capital para los de Florida y como tal ha quedado, un clásico.